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Pov. Hoseok

Conozco esa mirada, le estaba coqueteando a mi novio, detesto a los entrometidos, a los chicos que sólo quieren meterse con mi novio. Seguro se vieron en el supermercado, no puedo ni imaginarme a mi novio siéndome infiel, seguro por eso estaba fumando.

Además de que ese idiota nos interrumpió.

— Gusta café?— preguntó Jungkook.

—Claro— contestó. Mi novio le invitó a sentarse. Jungkook me miro para que me pusiera a poner el café y servir a nuestra visita ¿Qué piensa que soy? Me giré molesto a buscar una ollita para calentar agua. Había una abajo, la tomé y la llené de agua como para cuatro tazas.

—No hay café—dije calentando el agua.

—Yo compré. Ahora mismo voy por él— salió por el mandado que había dejado en el auto.

Miré desde la cocina al policía.

Estaba mirando la televisión con Jimin. Es un comportamiento muy extraño para un policía.

—¿Por qué crees que está aquí?— me giré asustado al escuchar la voz muy cerca de mi oído. Era ese sujeto que abusó de mí, yo me quedé estático, asustado, aterrado. Era mi violador, que yo asesiné. Sentí mis ojos humedecerse, ya no quiero seguir viendo a estas personas.

—¿K-kook?— llamé desde la cocina.

—Yo te diré, este policía quiere llevarlos a la cárcel. Primero se porta muy amable y después los hundirá, ¿Ya viste su arma? Quiere matar a Jungkook.

¿Eso era cierto? ¿Por qué debería creerle a una alusinación?

— De-déjame solo, por favor— murmuré cerrando mis ojos con fuerza.

—¿Te encuentras bien, mi amor?— abri mis ojos encontrándome con el rostro de Jungkook preocupado, secó mi sudor con su suéter y después me dio un casto besito. Había comenzado a sudar demasiado.

— Sí, es que me quemé— reí nerviosamente, comenzando a acomodar el mandado.

—Tranquilo, sólo no actúes extraño— dijo ayudándome a guardar las cosas.

—No, cariño — respondí componiéndome de la conmoción de hace rato. Mi novio se quedó conmigo a preparar el café. Hice uno separado y le puse veneno para ratas. Jungkook solo me observaba, pero no me dijo nada acerca de eso, al parecer ambos habíamos pensado lo mismo.



Pov. SeokJin

Mi café ya estaba tardando, volteé y me encontré con los chicos dándose un beso. Al parecer eran pareja, miré al niño de reojo quién me miraba atento con esos enormes ojos.

—Mucho gusto— le dije extendiendo la mano. Él me sonrió y sujetó mi mano saludándome.

Miré su muñeca, no acostumbro a ver niños con muñecas, pero esto era muy adorable.— Que bonita tu muñeca –le dije intentando ganar confianza.

— Minnie su nombre es— me respondió.

Aquello sonó extraño, pero entendible.

—¿Te gustan mucho las muñecas— Sonrió y asintió con la cabeza —¿No te gustan los policías?—miró mi placa con atención y después mi rostro. —Lo tomaré como un no. Y dime, ¿desde hace cuánto vives aquí?

—Poquito.

—¿Cómo te llamas? Yo soy Seokjin, pero puedes decirme Jin— me miró sorprendido y después sonrió, amistosamente.

— Jimin.

— Qué bonito nombre tienes— algo que puedo notar es que este niño parece actúar como una niña o alguien más infantil, por sus ojos le calculo unos trece años. Debe estar cerca de ellos o ya los tiene. Él sólo se sonrojó por mi cumplido. Estamos tomando confianza. Eso es muy bueno —¿Cuál es tu relación con esos chicos?— le pregunté, no quiero ni imaginar que lo hayan secuestrado. Porque vivir en un lugar así de escondido, debe tener sus razones.

ᎡᎬᎠ [ᎫႮΝᏀᎻϴᏢᎬ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora