en la quietud del cuerpo observo la respiración,
me siento algo más que lo mundano,
percibo desde otro lugar,
desde un lugar más profundo,
desde una sensacion en la que no me identifico con lo que suelo hacerlo,
sentada en trance,
la respiración fundamental,
la vibraciones acompañan mi elevación.
sentada,
si,
habitando un cuerpo,
algo innombrable,
algo que ninguna palabra puede abarcar,
y cada combinacion que intente describirlo sólo lo nubla.
cada pensamiento que intenta describir esta plena sensación de conexión la dispersa.
completa,
cuando llego a la sensacion en la que nada puede agregarse,
en la que todo ya es,
¡y es tan pleno!
prístina presencia la que se esconde tras lo conocido,
una percepción amplia,
la que se encuentra abriendo las cortinas que son pensamientos,
la que se siente al atravesar la ventana,
viendo el cielo sin marcos,
sin límites,
el infinito mismo implícito acá y ahora mismo.
la nada,
la oscuridad,
las soy,
las agradezco,
sin negativo no hay positivo,
acepto y abrazo el misterio de mi presencia,
de mi ser.
el observador,
no hay adentro y afuera,
el observador es lo observado,
por lo tanto no hay diferencias entre uno y otro,
los opuestos son extremos de la misma cuestión.
soy individual y colectivo,
soy y somos,
¿soy?
al mismo tiempo todo,
no hay tiempo diferente a éste.
expresiones fuertes,
euforia,
todo puede ser.
mi propósito ligado a los demás,
una partícula funcionando al compás de las otras,
individualmente conectados,
lo mínimo unido,
una unidad infinita,
positiva y negativa,
densa y sutil.
20.20
me detengo a percibir,
me impulso,
quizas al principio cuesta,
pero ya en el trance me encuentro,
se devela lo significativo,
aunque es indescriptible.
la pureza de la presencia,
esa que se siente,
que se encuentra profundizando en lo que parece impenetrable,
encontrándome con lo increíble no me quedó otra que empezar a asimilarlo,
aunque siga visitando la sensacion nunca termino de conocerla,
ni intento describirla ya,
sólo anoto lo que surge de ella,
no lo que es,
ya que no encuentro palabras para describir la experiencia de plenitud,
todo le queda corto.
escribo sintiendo,
la atención plena me permite percibir lo más sutil.
