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Las calles que rodeaban la Facultad estaban repletas de carros en busca de acercarse a la entrada donde el ballet parking dispuesto para el evento acomodaría sus vehículos.
No obstante, Yoongi tenía esto previsto por lo cual prefirió estacionar su Lincoln unas calles antes de la Facultad, si algo salía mal ayudaría que el coche no estuviera estacionado dentro con los otros.
A Yuqi le sacó un poco de si esto, pero trato de ignorarlo, después de todo había accedido a dejarla ir, no había de que preocuparse ...
Que ingenua.
Yoongi bajo de la Lincoln, cruzó por el frente al Vehículo y se limitó a abrirle la puerta a Yuqi para que bajara. Una vez que está engancho su brazo izquierdo al derecho de Min, emprendieron el corto camino hacia la Facultad.
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El lugar estaba ambientado de una manera clásica sin rayar en lo anticuado, se había dividió para la ocasión en dos áreas, una llena de asientos para la respectiva subasta y en la otra se encontraban las mesas que rodeaban un espacio que se entendía que sería la pista de baile.
Yuqi no pudo evitar sonreír al asomarse desde la entrada en la cual Min entregó la invitación.
Una vez dentro comenzaron a emprender camino hacia donde se les indicó, sería su lugar en la subasta.
Sin duda vendrán demasiados pensó Yuqi al divisar la cantidad de asientos. Ahora que veía bien, notaba que todos los semestres fueron invitados.
A lo lejos vio a Jimin con su familia quien no tardo en vislumbrarla, este le comento algo a sus padres y hermano los cuales junto a él comenzaron a acercarse hasta donde Yuqi y Min se encontraban.
- Ahora vuelvo, no te muevas de aquí – se alejó de Yuqi a la vez que sacaba su móvil y se dirigía a la entrada del lugar.
Yuqi asintió agradecida, porque de ver Min que ella tenía amigos le iría mal.
Jimin y su familia no tardaron en llegar a su lado para saludar.
- Te ves muy hermosa Yuqi – le alago Jimin sonriendo de una manera cálida haciendo que sus ojitos desaparecieran en esas dos hermosas líneas, a la vez que la saludaba de beso.
- Sólo me bañe – bromeo Yuqi quitándole importancia al cumplido.
- No digas eso – negó Jimin a la vez que reía – por cierto, ellos son mis padres y mi hermano – los presento a la vez que los señalaba con la mirada.
- Un gusto Song Yuqi – saludo con una reverencia a cada uno.
- El gusto es nuestro Yuqi – confesó la madre de Jimin mientras le tomaba la mano – ¿Vienes sola?
- No, mi ... tutor salió ... Ahora vuelve – aseguro Yuqi algo triste por dentro, pero sin demostrarlo, le hubiera encantado estar en el mismo lugar, pero en compañía de sus padres, le era hermosa la idea de que aquellos que le dieron la vida se sintieran orgullosos de su hija y la apoyarán en la carrera, pero no sería así, nunca sería así.
