Capítulo III

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《¿Se iba a pelear con un anciano?


JUNGKOOK

Apenas son la 1:00pm y mi paciencia ya amenaza con irse por la borda.

Todo a mi al rededor está atestado de personas mal olientes y chillonas que no paran de hablar y empujar.

Y no, no piensen que estoy en una fiesta tan temprano por la tarde.

Precisamente estoy haciendo cola para recoger mi insípido almuerzo humano.

Al parecer hoy era el día de suerte de este barato lugar, puesto que una fila de al menos quince personas me estaba robando las ganas de vivir.

Ya estaba aproximadamente veinte minutos plantando en el piso como un árbol cuando por fin la fila empezó a avanzar y me vi frente a la recepción.

Pero como hoy era una día de mierda tenían pasar cosas de mierda.

— Si no te molesta, muchacho, voy a tomar tu lugar por ser adulto mayor. — la voz de aquel viejo arrugado me hizo fruncir el ceño.

¿A caso había escuchado bien? ¿Este viejo saco de huesos había osado el empujarme para tomar mi lugar así como si nada?

— Señor, tengo poco tiempo para seguir esperando. Asi que le voy a pedir que respete mi lugar. — mi voz sonó exasperada, no tenía precisamente los ánimos ni la naturaleza para ser cordial.

El viejo hombre chistó los dientes con su lengua y me retó. — ¿Acaso no sabes sobre los privilegios que tiene el adulto mayor?

— Los hombres viejos y molestos como usted, querrá decir. — gruñí.

¿Por qué simplemente no podía arrancarle la cabeza y comerme sus restos como en la salvaje naturaleza?

Si un lobo hubiera osado en meterse con mi comida, me lo hubiera comido de un bocado entero.

—¡¿CÓMO ME ACABAS DE LLAMAR MOCOSO INSOLENTE?!.

El grito prepotente que lanzó aquel vejestorio me hizo soltar un quejido. Mi fina audición tuvo un desequilibrio ante su molestosa voz y no pude controlarme más.

A pasos agigantados me acerqué hasta él, pero cuando estuve a punto de tomar su gruesa garganta entre mis garras, unas tibias manos me detuvieron.

JIMIN

La hora del almuerzo era una de mis favoritas.

El salir de la universidad a tomar un poco de aire fresco y llenar el estómago con chucherías siempre sería mucho mejor que escuchar a la señorita Sana hablar tan lento sobre la sociología.

Mis pies me llevaban por costumbre directo a mi restaurante favorito cuando lo vi.

Estaba encorvado luciendo intimidante como siempre. Parecía emanar una molestia terrible. La gente cuchicheaba detrás de él sobre una pelea pero yo aún no encontraba con quién podría tenerla.

¿Con quién se estaba peleando ese loco?

¿Acaso con el chef o...?

LOBO HOMBRE •KOOKMIN•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora