JinLing esta resignado a casarse con la virgen de los Lan.
Seria su primer y único matrimonio más aburrido y soso que le toco en esta vida.
La noche brilla y la fiesta esta en su máximo punto, el alcohol hace efecto en todos, las hormonas juveniles...
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¨Ah!~¨
La habitación estaba llena del puro calor que desbordaban ambos cuerpo que golpeaban cada vez más fuerte entre ellos mismos.
¨Ah~¨
Un gemido tras otro salía de los labios que jamás en la vida se imaginó escuchar. Cada vez más fuerte, cada vez más profundos y escandalosos. El delgado y blanquecino cuerpo se retorcía del más puro y dulce placer debajo suyo, tan sometido, tan débil y solo suyo esta noche.
- Dilo otra vez.
La voz era ronca y profunda, tal vez producto de un par de shot's pero fuera lo que fuera no disminuiría los arrebatos contra el otro, sujetó con más fuerza las caderas y presionó su falo contra el dulce punto del otro.
¨A-ah~ N-no sé a-ah~¨
Las palabras eran silenciadas por cada golpe en esa zona tan privada. Cada músculo y hueso crujía por tanto arrebato. Las conversaciones eran innecesarias, solo dejen a sus cuerpos hablar a través de sus propias pieles.
El joven pálido por tanto esfuerzo y desenfreno, parecía una musa recién pintada y cada parte de su cuerpo brillante por el sudor sin embargo parecía una pincelada recién colocada en el cuadro.
Ese "pequeño sueño nocturno" a pesar de estar con la espalda doblada y con las manos arañando las sábanas, sintió que le estaban sujetando en su zona para evitar que estallara del éxtasis.
¨S-Sueltalo a-ah~ ¨
Por más esfuerzo que hacia contra esas manos que lo apresaban de su camino al cielo era en vano sus músculos estaban tan débiles y vacilantes, malditos los efectos de tanto placer!
El que dominaba la situación dio una risa que resonó en los oídos del otro que no paraba de moverse, lo sujetó con mas fuerza para probar los límites del otro.
- Ya sabes que hacer.
Esa voz tan caprichosa parecía un ronroneo en su oído que solo provocaba prender más a ambos.
¨B-Bien.. N-No Lo Ah!~ Vol-veré a hacer! ah~¨
El último grito fue su pase directo a su mundo sensible. El líquido salió y desbordó los abdómenes de ambos.
En la habitación solo se escuchaba una respiración agitada.
El cuerpo de abajo se contrajo en posición fetal y abrió los hipnotizantes ojos grises, estos estaban cubiertos por una capa ligera de lágrimas; las mejillas tenían un tinte rojo profundo y los labios estaban completamente hinchados pero aún así formaban una sonrisa coqueta teñida de falsa amabilidad; sin duda disfrutaba todo este suceso sin ninguna gota de remordimiento, es más podría decirse que en sus adentros este ser se estaba riendo del otro.
