El vacío era frio.

III

- Amor, despierta llegaras tarde al trabajo, después me culparas – dice Jessy mientras se va quitando la ropa -  ¡¡Tom!! Despierta rápido, me voy a dar una ducha – cuando por fin Tom abre los ojos, Jessy le dice – ¿no quieres bañarte conmigo? – soltando una riza picara se quita sus bragas y se las arroja a Tom entrando al baño dejando la puerta abierta, se escucha correr el agua de la ducha, casi inmediatamente Tom salta de la cama y se mete al baño intentando quitarse la ropa, cerrando la puerta detrás de él ve a Jessy esperándolo de espalda mirarlo de reojo le dice – ¿vas a venir? o te vas a quedar ahí con ese palo – metiéndose a la ducha, Tom se acerca a ella viendo como fluye el agua por su cuerpo, la toma por detrás atrayéndola hacia el con fuerza desde su vientre mientras baja una mano entre sus piernas otra sube por sus pechos hasta su cuello haciendo que su cabeza este apoyada en su hombro y comienza a besar su cuello mientras sus manos exploran todo su cuerpo.
Mientras Tom y Jessy hacían de las suyas Nicolas se despertó y fue corriendo a la cocina para desayunar, cuando sus padres de Nicolas bajan listos para irse al trabajo, le dicen a Nicolas que se aliste para que Jessy lo lleve al colegio – tienes 30 minutos cielo, corre – le dice Jessy a Nicolas – está bien má – mientras se levanta de la mesa y sube a vestirse - Amor? Que harás hoy? – dice Jessy a Tom – tengo que ir a discutir un tema con los socios – responde mientras toma su café y le da un beso de despedida a Jessy – te cuidas amor, ya me voy – cuando Tom se va, Jessy queda sola en la cocina esperando a Nicolas.
Cuando Nicolas ya estaba listo, Jessy lleva en auto al colegio a Nicolas y luego se dirige a su trabajo en una pequeña tienda de mascotas donde era la cajera junto a su compañero José que organizaba todo el inventario, la paga era buena los días eran largos. Cuando era medio día iba a comer con Nicolas y lo dejaba solo en su casa y retornaba al trabajo, así eran sus días normales pero esa tarde no sería normal, porque los visitaría el dueño de la tienda – buenas tardes, les tengo malas noticias – dijo el dueño – venderé la tienda a una compañía de alimentos – Jessy y José quedaron impactados ante tal noticia – ¿qué será de nosotros? – Pregunto José – tranquilos, los dejo con una recomendación – dice el jefe, pero eso no les quita la preocupación. Entonces el jefe se retira y continuaron con su trabajo con muchas dudas, al terminar el día se despiden y se desean suerte.
Cuando Jessy llega a su casa, Nicolas corre para abrazarla y le pregunta cómo le fue en el trabajo, ella desconsolada dice que bien y se dirige a su habitación, por la preocupación se queda dormida. Cuando despierta se percata que Tom estaba riendo con Nicolas, se levanta y se dirige a saludarlo, en cuanto lo ve se queda unos minutos observando como juega con Nicolas hasta que Tom nota que Jessy estaba en las escaleras mirando, de pronto a los dos les cambia la expresión del rostro. Tom tenía malas noticias y Jessy lo sabía. Sin decir nada los dos suben a su habitación mientras dejan a Nicolas haciendo su tarea.
Tom y Jessy entran a la habitación, Tom comienza diciendo – ¿hace cuánto llegaste? – Mientras se quita el saco – no lo sé, unas horas atrás – le responde, mientras se sienta en la cama y apoya su cabeza entre sus dos manos – ¿qué te paso amor? – le pregunta Tom mientras se acerca a ella – no, tu primero ¿qué pasa? te ves muy preocupado – Tom baja la mirada y dice – Tengo que desocupar la oficina… nos dispersaremos y no tengo un plan para establecerme… - de pronto Jessy comienza a llorar desconsoladamente mientras Tom se pone de rodillas frente a ella y la abraza – tranquila amor, encontraremos la manera de salir adelante, ahora más que nunca tenemos que estar unidos como familia – dice Tom para calmarla, pero Jessy no para de llorar y Tom le pregunta - ¿qué pasa amor? cuéntame – Jessy con un nudo en la garganta piensa, en cómo puede decirle que hay esperanza de conservar su trabajo solo por una maldita recomendación, entonces para de llorar, lo mira a los ojos y le dice – no eres el único que falló – Tom comprende todo, no tenían nada más que decir, se consuelan el uno al otro, metiéndose a la cama dicen, todo estará bien y así los dos encuentran la calma en los brazos del otro, así tienen una noche de paz, antes de la tormenta.