Prólogo

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Allí se encontraban ellos, Margaret y Fred Hithley, con sus nuevos nombres. Se dirigían hacia la casa de los Xindrex, los X. Una vez que llegaron, ambos sabían que los padres no iban a estar porque estaban en una cena de negocios, ya los venían vigilando semanas antes de hacer esta "misión", si es que así se le podría llamar.

Una señora de unos treinta años estaba cuidando de la casa, pero es tan despistada que se quedó dormida. Fred aprovechó y entró sigilosamente con una llave de repuesto que escondían entre las plantas, qué idiotas, pensó Fred. Una vez que estuvo adentro, ató a la señora por las dudas de que ésta se despierte, y se puso en busca por el motivo de cual venían. Cuando encontró el paquete, sonrió orgulloso. Por suerte, no hizo ningún ruido. Ya con el paquete en sus manos, salió de la casa de los Xindrex y se dirigió hacia el auto donde se encontraba Marga.

—Misión uno cumplida. Vamos hacia la dos.
Y ambos soltaron una carcajada.

Dicho esto Margarent condujo hacia la casa de los Lewis, dónde allí se encuentra nada más ni nada menos que el otro paquete que ellos buscan. Esta vez la encargada de entrar a la residencia de los L fue Marg, cosa que se puso contenta, claro. Margaret entró con cuidado, ya que procura no ser vista, y lo logró. No tenían una llave para entrar, pero inventó una cosa algo extraña para abrir la puerta. Trató de no hacer ni el mismísimo ruido mientras buscaba el paquete por el que vinieron.
Lo encontró en una ventilación, tuvo que usar un cuchillo para abrirla, pero al fin y al cabo ya lo tiene con ella. Trató de arreglar la ventilación, cosa que por suerte pudo, y salió de la casa hacia el auto.

—Misión dos, cumplida. —habló Marg, mostrando una sonrisa maliciosa—.

 Ya con lo que vinieron a buscar en las dos casas, se fueron a la suya.

¿Por qué hacen todo esto? Muy fácil, venganza

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El ambiente estaba tenso, los dos hombres se miraban fijamente mientras analizaban su siguiente movimiento. La mujer tirada en el piso, inconsciente, quizá muerta. El hombre más alto se acerca unos pasos, mueve sus manos en un tic nervioso, hasta que decide hablar.

—¿Esto es lo que querías, Derek? Después de todos estos años... ¡Nunca pensaste en nadie más que en ti! —Gritó el sujeto uno, ya cansado de la situación. Él lo sabía, sabía que todo estaba arruinado. Su hija estaba segura, por ahora, pero si él y su esposa morían no cabía a dudas de que el hombre frente a él iría tras ella. Tras su propia sobrina, para matarla—. 

—¿Y qué querías que hiciera? ¡No tengo familia! ¡Mi esposa murió! ¡Estoy solo! ¿Y sabes de quién es la culpa, John? ¡Tuya! Si no fuera por ti... —Se calló Derek, el sujeto dos, sin poder contenerse, no iba a llorar. Llorar no servía de nada, él era un hombre, no podía llorar—.

—¿Por mi? ¿Quieres decir que yo hice que el puto avión se estrellara? ¡Sabes que no fue así!

—¡Era tu puta boda! ¡Estaban yendo a tu boda! —John suspiró levemente, sabía que Derek estaba perdiendo los estribos—

—Sí, era mi boda... a la que tu no quisiste asistir. Pero, ¿sabes? dices que no tienes a nadie, cuando tienes un hijo, esperándote. —

—Me quitaste todo, John. Ahora me toca quitártelo todo a ti, maté a tu esposa, la cual era mi querida hermana, sigue tu hija. Y aunque me gustaría que vivas para verlo, no puedo contar con eso —no se sorprendió cuando el sujeto dos sacó el arma y apuntó a su cabeza— Nunca quise a mi hijo, y aún así él si sobrevivió, sé que podrá servirme de algo más adelante, ahora que lo pienso... —lamió su labios con malicia— Tal vez tu hija pueda tener un novio antes de matarla, que pena que sea su primo —rió repugnante— ¿Últimas palabras?

—Te arrepentirás, Derek. Tu conciencia será tu peor enemigo.

 Un disparo, dos muertes, dos hijos y una venganza por cumplir...

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¿No entendieron nada de esto? Genial, ¡ese era el punto! :D 

Esperamos que les guste, xx.

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¡Feliz Lectura!




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