어머니: Madre
Ahí estaba SeulGi sentada contra la puerta del baño, esperando que la omega abriera la puerta en algún momento, que todo lo sucedido haya sido un trago amargo y una ilusión de su mismo cerebro.
Vamos, todos los días ella misma alucinaba ¿Por qué no ahora? Pensó vagamente.
—Lo siento madre, juré que nunca usaría mi voz.-Susurraba con pequeñas lágrimas en sus ojos, el piso se volvía cada vez más frío y la hora de salida estaba aún más cerca. No quería dejar a JooHyun dentro del baño, pero ni siquiera se sentía con el derecho de hablar en su defensa.
Miró su reloj asegurándose que definitivamente aquel día se quedaría sin trabajo, de nuevo, y JiHyo en cualquier momento llegaría para sacarla de ahí entre gritos.
Gritos, aquellos que habían causado todo aquel desastre y lo menos que su cabeza podía soportar en lo que restaba del día. Si pudiera mirarse al espejo en este momento podría asegurarse que estaba hecho un desastre, su uniforme con varios agujeros, su cabello fuera de control y e incluso algunas gotas de su misma sangre.
—¿De verdad traté de dormirla?—Se preguntaba a sí misma al tomar en sus dedos la jeringa casi vacía y con gotas de sangre— Maldición...
Podría justificar su temor con su trabajo, no podía permitir que JooHyun gritara toda la tarde o intentará salir de la habitación para escapar por la puerta principal. Pero ni siquiera ella se creía que fuera la verdadera razón por la que intentó inyectar un tranquilizante en la menor, sentía tanto miedo de que pudiese hacerse daño, que terminó haciéndolo ella misma.
—¿Qué hago?—Preguntó por milésima vez a su cerebro, debía pensar antes de que las bocinas anunciarán el término de su turno.
No podía dejar a la castaña ahí adentro, sola. Se acomodó lentamente para que su oreja tocará el cristal de la puerta. Ni siquiera podía escuchar la respiración de la Omega, cada segundo la alteraba; podría romper el cristal de la puerta y sacarla de ahí, pero eran suficientes cosas rotas por el día de hoy, podía utilizar las llaves y abrir la puerta en segundos, pero ya había interrumpido la privacidad de la castaña, podría ir y hablar con JiHyo, pero terminaría fuera del edificio y nunca podría ver de nuevo los almendrados ojos de la menor.
Ninguna de las opciones eran buenas, pero debía salir de ahí pronto.
—Joo... JooHyun...—Llamó esperanzada con una de sus manos sobre el cristal. Ni siquiera había respuesta, decidió esperar una hora a más sentada enfrente del cuarto, estaba segura que no había cosas agua adentro con la cuáles podría lastimarse pero aún así no debía confiarse.
Podría llegar al departamento y dormir un poco, ordenar un poco las cosas y sus pensamientos, cambiarse por ropa nueva, cenar algo delicioso y regresar ó dormir en el carro, ir por una orden de comida y entrar antes que todos para poder ayudar a JooHyun.
—Oh vamos, comer en el carro es una adicción bonita y deliciosa.—Se convenció al final antes de levantarse del piso.
Debía de ordenar y limpiar la sangre que había caído del brazo de JooHyun y del sueño después de picarse unas cuantas veces con otra jeringa, las sábanas que estaban en el piso momentos antes en el dulce momento con la menor y la caja de galletas que se había abierto en el suelo por el choque de SeulGi contra el mueble.
—Si pudieras verme en este momento estoy segura que me ayudarías a limpiar todo este desastre—Había decido comenzar con las galletas, podría pisarlas y hacer aún más basura—. Quizá sí me hubieras dejado resolver mis errores no tendría tanta dificultad para resolver mis propios problemas madre...
Las galletas estaban totalmente destrozadas, pero aún así se veían deliciosas. No comer nada del suelo era una de las reglas que su progenitora le había establecido después de que sufrió una enfermedad estomacal por la curiosidad por la comida.
—Dios mío, ahora estoy te estoy reclamando por tu crianza, debería darte las gracias por haber soportado tantos problemas que causaba y ni siquiera puedo hablar sobre la crianza, no tengo... No tengo cachorros—Su voz se había quebrado, de nuevo había así que había lanzado una flecha paras sí misma.
Siguió limpiando en silenció, recordando cuando la pequeña SeulGi le decía a todos que sus cachorros iban a ser los más hermosos del mundo, los más tiernos, los más delicados, los más esperados cachorros.
—¿Recuerdas lo mucho que querías ser abuela? Bueno, al menos no te vas a decepcionar tanto si no puedes verlo...—Había terminado con las galletas, así que comenzó a cambiar el juego de cama— ¿Recuerdas a Soo-Young? Bueno, quizá no era la indicada.
JiHyo la mataría, las sábanas se lavaban cada semana y ella ya había desperdiciado un juego de sábanas en menos de cinco días, quizá podía lavarlas en su departamento. Sí, era una mejor idea.
—Lo siento madre, no puedo cambiar... Me cuesta mucho trabajo... Demasiado, sólo quiero descansar un poco y que mi mente este tranquila. Se que me dijiste que nunca debería hacerlo pero, declararme como Beta, bueno ni siquiera sé si realmente soy algo...—La cama estaba lista, se veía tan suave que podía dormir ahí mismo, realmente no había notado el tipo y costo de habitación en la que estaba.
Señores Bae, ¿Tienen suficiente dinero para esto?
—Oh madre, debería haber podido hecho más por protegerte... En este momento sabrías qué hacer... ¿Puedes creerlo? Trabajé por esta oportunidad por mucho tiempo y ahora ni siquiera sé que pueda suceder con ella—Podía escuchar como las puertas se iban cerrado, las pisadas que bajan por las escaleras y las ruedas de los carritos llenos de platos sucios dirigiéndose a la cocina— ¿Qué hago madre? ¿Por qué Bae JooHyun? ¿Por qué ahora?
De nuevo estaba frente a la puerta de cristal con esperanza de que la castaña abriera la puerta, su corazón latía desbocado y una lágrima recorrió su mejilla.
¿Por qué dolía tanto?
❁
Cómo dije en el capítulo pasado este y el siguiente capítulo será un tipo de descripción del pasado de ambas.
Espero les guste, que ya se viene el momento de conectar condado ah
¿Teorías? ¡Escríbelas aquí, me encantaría leerlas!
𝙍𝙭𝙙𝙚𝙤𝙪𝙣🍓
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𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚 ┊ 𝐒𝐞𝐮𝐥𝐫𝐞𝐧𝐞 ©
Fanfiction𝓢𝓮𝓾𝓵𝓻𝓮𝓷𝓮 | ❝Bae JooHyun, una omega que sufría de abusos acaba de ingresar a una clínica. Su lazo se ha roto, tanto como su corazón y mente. Kang SeulGi ha sido la asignada al caso de Bae JooHyun, sin tener idea de que cada visita le romperí...