└Capítulo 4: 버터 쿠키┘

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버터 쿠키: Galletas de mantequilla

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버터 쿠키: Galletas de mantequilla.

El delicioso aroma a mantequilla invadía la habitación, la mesa estaba llena de harina y completamente hecha un desastre, los sobrantes de la masa sobre toda la superficie. SeulGi con un molde en sus manos, batiendo dentro de, lo que sería la crema.

Hornear.

Cocinar.

Ninguna de las dos palabras le agradaban a SeulGi; no le gustaba tocar los moldes, los ingredientes o leer las recetas, pero, cada vez que lo hacía podía sentirse un poco tranquila, ignorar el mundo y simplemente concentrarse en no arruinar las cosas. SeulGi odia entrar a la cocina, compraba comida en el camino, JiHyo le compraba comida y la dejaba entre sus cosas o no comía durante unas horas; realmente el apetito no estaba presente, podía pasar días sin comer y su cuerpo no lo resentía, al menos no lo aceptaba, aunque JiHyo la reprendiera por lo delgada que pudiera llegar a estar algún día.

Metió la crema dentro de una manga, las galletas ya estaban listas para decorarse, en un movimiento impulsivo metió el dedo en la crema y lo llevó a su boca.

Estaba delicioso...

Volvió meter el dedo nuevamente a la crema, dos, tres, cuatro veces, esto era totalmente adictivo. Tiró la manga de un lado y tomó el molde con los sobrantes de la crema y comenzó a comerla sin control, al terminar de vaciar el molde miró el espejo, tenía la boca llena de crema tal como una niña de siete años que había terminado de comer los restos en los moldes donde su madre había horneado.

Ella seguía viendo a aquella niña en los espejos en total silencio.

ㅡDéjame en paz...ㅡmurmuraba acercándose al espejo con el paso lento, tomó una de las tazas medidoras sobre la mesa en el caminoㅡ ¡¡¡Déjame vivir en paz!!! ㅡgritó al arrojar la taza a la viva imagen de la niña con trenzas enfrente de ella, el espejo se rompió frente a sus pies, algunos de los pedazos cayendo sobre sus pies y algunos otros sobre las fotos que decoraban la mesa debajo.

Su pecho subía y baja sin control de nuevo, el impulso se apoderó de su cuerpo, gritando comenzó a tirar todas las cosas que se encontraban en su camino de vuelta a la cocina. El lugar se había vuelto un desastre; había harina por todo el piso, pedazos de vidrios, huevos, agua, leche, cucharas, trapos...

Entre lágrimas silenciosas tomó una de las galletas y comenzó a decorarlas, alguna que otra quedaría arruinada por sus lágrimas, no lo suficiente como su departamento.

Odia esto...

Ella se odiaba.

⊱⋅ ──────────── ⋅⊰

ㅡBuenos días SeulGiㅡcoreaban un grupo de personas al momento de verla entrar al edificio. La mayoría empleados.

La mencionada saludo con la cabeza, aquel día era un poco más frío que de costumbre y gracias a la mayoría de suéters no podía inclinarse por completo. Dentro del edificio todo era diferente, estaba cálido y acogedor, lo que la mayoría de personas deseaban al menos en un día como este.

Corrió rápidamente a marcar el horario de su llegada, dejar sus cosas en su casillero y cambiarse por completo, los pasillos duramente conservaban gente, una gran oportunidad para SeulGi de llegar lo más desapercibida posible. Tomó uno de los moldes que venían dentro de su lonchera y lo escondió con sumo cuidado dentro de una de sus bolsas, debía correr si no quería toparse con JiHyo en alguna parte.

Su destino no estaba lejos, debía recorrer unos dos pasillos y subir unos dos pisos, sencillo. Miró a ambos lados antes de salir de la sala para empleados, en una grandiosa oportunidad comenzó su marcha, las pocas personas que pasaban a un lado de ella simplemente saludaban o ignoraban.

Perfecto.

Su plan era perfecto.

Llegó a la habitación en menos de lo que esperaba, realmente no había mucha dificultad aquel día, abrió la puerta con cuidado. La habitación estaba en silencio, de nuevo, tomó una bocanada de aire antes de continuar.

ㅡSeñorita Bae...ㅡllamó casi en un susurro. De cierto modo el miedo invadía su cuerpo y sus manos llegaban a temblar un pocoㅡ Señorita Bae...ㅡ volvió a llamar después de cerrar por completo la puerta.

ㅡEstoy aquí...ㅡcontestó débilmente la chica.

ㅡ¿Puede definir aquí?ㅡpreguntaba ante la clara falta de presencia a su vista. En ese momento escuchó un ruido, ahí estaba su respuesta.

Se sentó lentamente en el piso, ahí es cuando logró verla de nuevo, al menos unos pocos de sus mechones de cabellos que sobresalían. La chica estaba envuelta en una manta hasta la cabeza, completamente acostaba debajo de la cama, el corazón de SeulGi se torció al verla tirada en el frío mármol, verla cubrirse por completo y temblar ante una presencia...

ㅡSabes... Cuando era pequeña le tenía miedo a muchas cosas, cuando me encontraba con una de esas cosas siempre me cubría de pies a cabeza con una manta.ㅡla chica se removió un poco, SeulGi tomó una de las mantas que quedaban a su alcance y se cubrió de igual forma, dejando su rostro libreㅡ Mi madre iba y tocaba mi puertaㅡ golpeó el piso con sus nudillos simulando la escenaㅡ. Y si yo no abría la puerta, ella me dejaba esto...

Sacó el molde que anteriormente había guardado y lo dejó enfrente suyo.ㅡ Son galletas de mantequilla, las mejores que pudieran existir en este mundo, ¿Sabes por qué?ㅡ preguntó inocente aún sabiendo que habría silencioㅡ cada una de estas galletas tienen el poder de quitarte todos tus miedos.

Inconscientemente SeulGi se había acostado en el piso sonriendo con el molde de galletas entre sus manos, pudo ver cómo la chica se daba la vuelta y descubría su rostro. Su mirada vacía apuñaló de nuevo el corazón de SeulGi, no podía ignorar el moretón de uno de ellos, mucho menos las pequeñas cicatrices que estaban al rededor de sus ojos.

Solo su mirada, solamente su mirada estaba llena de golpes y dolor... ¿Qué sería de lo que resta de su cuerpo?

Aprecien que uso mis recesos de clase para escribir, nah, me gusta escribir uwu.

¿Demasiado tristeza o le pongo más ganitas?

Ya sé que es muy corto ;-;

¿Teorías? ¡Escríbelas aquí me encantaría leerlas!

𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚 ┊ 𝐒𝐞𝐮𝐥𝐫𝐞𝐧𝐞 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora