└Capítulo 2: 설명 할 수없는┘

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설명 할 수없는: Inexplicablemente

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설명 할 수없는: Inexplicablemente

El expediente cayó de sus manos golpeando el piso en un estruendo, había tapado su boca con ellas que temblaban descontrolada mente, las lágrimas no tardaron en aparecer y no dejaban de correr por su rostro.

¿Qué le estaba pasando?

Se sentía tan impotente y quería golpear al tipo o tipa que le había dejado de tal forma a la chica, pero un sentimiento inexplicable invadía todo su cuerpo. Sentía que ardía sin control y causaba un temblor inmenso, golpeaba el piso mientras pegaba pequeños gemidos ahogados tratando de ocultar el dolor que la recorría, su vista se nublaba en cada segundo y juraba que en algún momento perdería la conciencia.

La imagen de la chica dolía de ver, le dolía al lobo que dentro de ella lloraba y se quejaba al verla,.

¿Por qué?

Pudo observar como la chica se levantaba con temor de la bañera y corría fuera del cuarto del baño para comenzar a golpear la puerta principal gritando por ayuda, mientras que SeulGi seguía retorciéndose en en el suelo y maldiciendo cada pulsada que atacaba su cuerpo.

Las enfermeras no tardaron en llegar ante los gritos d ayuda, pidieron una camilla para SeulGi y la ayudaron a subir para así llevarla a una habitación disponible. Jihyo quien entro corriendo a la habitación después de escuchar el desastre proveniente de su nueva ingresada, observó una pequeña JooHyun parada en una esquina observando la escena aterrada, trató de acercarse pero fué detenida por una de las enfermeras al ver sus intenciones.

Antes de salir de la habitación SeulGi comenzó a buscar a JooHyun con la mirada, sabía que la había asustado y posiblemente estuviera aterrada pensando lo peor acerca de su persona.

ㅡ¡¡L-lo!! ¡Lo siento!ㅡtrató de articular entre los gritos y el llanto. Su cabeza pulsaba tal como si Miles de clavos fuesen empujados en ella al mismo tiempo y, juraba que en algún momento una combinación de galletas y café saldrían de su boca terminando en el uniforme de alguna de las pobres enfermeras.

Escuchaba que las personas gritaban a su alrededor pero le era imposible entenderlas con claridad, hasta que sintió un pinchazo en su brazo, una de las enfermeras parecía que le había inyectado algún medicamento.

El dolor fué desapareciendo poco a poco y de nuevo podía respirar tranquilamente, las pulsadas desparecieron pero la sensación de asco seguía en en su boca. Se giró a un lado de la camilla y no tardó en vomitar las pocas galletas y el café que había comido horas antes.

ㅡ¡SeulGi!ㅡera Jihyo la que entraba con un bote de basura en sus manos y lo colocaba con cuidado abajo de la cara de la castaña evitando ser manchada de alguna maneraㅡ ¡¿Qué diablos SeulGi?!

ㅡ¡Un momento!ㅡgritó desde el fondo del bote, Jihyo se aseguró que su cabello no llegara a meterse dentro y tuviera que preocuparse de lavarlo.

En un momento se levantó y limpió los residuos de su boca con un papel ofrecido por la rubia, el asco no desaparecía de sus papilas pero ya no había alimento alguno que pudiera salir de ella, se tomó un momento para recuperar el aire y tomar unos leves tragos de agua para enjuagar su boca.

ㅡ¿Te sientes mejor?ㅡvolvió a preguntar después de dejar el bote a un lado de la puerta, después le indicaría a alguien que lo lavase.

ㅡMejor que hace cinco minutos, te lo aseguro.ㅡRespondia antes de tomar otro trago a la botella.

Un breve momento de silencio apareció entre ambas, SeulGi jugaba con la botella de agua y se preguntaba el origen de aquella sensación de dolor, y Jihyo la miraba atenta en caso de que respondiera su pregunta.

ㅡ¿Qué pasó ahí?ㅡSeulGi titubeo antes de pensar en una respuesta.

Ni siquiera ella sabía que había pasado.

¿Qué se supone que debía decir exactamente?

Recordó el momento en el que vió JooHyun sentada en la bañera con una mirada vacía y apagada, juraba que una lanza había atravesado su cuerpo, más en específico, su abdomen. Llevó sus manos directo a la zona en busca de alguna herida y sacudió su cabeza ante su estúpida idea de esperar un agujero en el centro.

ㅡPude sentirlaㅡdespués de varios minutos tratando de buscar una respuesta correcta, está le pareció la idea más simpleㅡ. Jihyo... Sentí su dolor. ㅡcontinuó explicando con sus manos presionando su pecho, podía sentir que subía y bajaba pero de nuevo una leve pulsada aparecía.

Jihyo confundida tomo su mandíbula y se acercó a su rostroㅡ¿Estás ebria?ㅡparecía que analizaba su rostro en busca de algún indicio de alcoholㅡ Kang SeulGi, sopla.

ㅡ¡No estoy ebria!ㅡmolesta separo su cara, trataba de sonar lo más convencida posible y ella simplemente... ¿Cómo podría creer algo así?

ㅡLo lamento... La última vez que estuviste borracha decías cosas sin un gran sentido y comenzaste a inventar una historia de una chica que podías verla en la esquina del restaurante. ¿La chica era un ángel, eh?ㅡcomenzó a disculparse al recordar la noche entre una sonrisa, SeulGi la detuvo inmediato.

ㅡ¡Shh, shhh! Drunk SeulGi y la historia de la chica ángel no debe ser mencionada nunca más.ㅡdecretaba avergonzada.

Definitivamente aquella noche había sido una idiota pasada de copas.

ㅡ¡Casi lo olvido!ㅡla castaña la miró de nuevo confusoㅡ Te recomendaría que tuvieras una consulta con Daniel, has perfumado la mitad de la clínica, no me desagrada pero puede que tus feromonas estén descontroladas y necesites algún tipo de ayuda médica. ㅡsugería con un leve tono de preocupación en su voz.

Si bien el olor de SeulGi no era una combinación mala, había pacientes que simplemente no podrían tomarlo de una manera buena.

ㅡPodría ir a verlo mañana.

ㅡMe parece perfecto, me aseguraré de comentarle. ㅡJihyo sonreía ante la iniciativa de la menor, ya que SeulGi no le gustaba asistir a consultas de ese tipo.

Desde la entrevista de trabajo trató de percibir la escencia de su próxima empleada, pero para su sorpresa el olor era leve, casi nulo. Recuerda la cara de SeulGi cuando se acercó a oler su abrigo, un leve aroma a menta y chocolate amargo.

ㅡTengo que irme.ㅡla rubia se había levantado de la silla delantera de la camilla, los altavoces comenzaban a llamarlaㅡTú... ¿Quieres seguir con ella?

SeulGi la miró dudosa, realmente no quería volver ahí pero había una parte que la obligaría a volver. No podría seguir asistiendo con la eterna duda, recordando aquella sensación inexplicable.

Suspiró profundamente en un intento de tranquilidad, debería pensarlo, quizá le podría tomar días, horas o podría decidirlo ahora mismo. Sus pensamientos fueron absorbidos por el aroma que rodaba el ambiente ¿Era ella? Aquella frescura y dulzura...

Después de tantos años considerando que lo había perdido estaba ahí, en el ambiente, en su ropa, en su cuerpo. Una lágrima cayó por su mejilla, dos lágrimas, tres lágrimas, JiHyo se asustó al momento de verla llorar pero se alivio en cuanto sonrió y comenzó a reír junto con sus ojos que se perdían en ella.

ㅡTe daré tres días.ㅡdicho esto salió de la habitación con una sonrisa, nunca había visto a SeulGi llorar y reír de tal forma.


Me he tardado en subirlo ah-
Pero no estaba conforme con algunas partes y terminé alargando otras
U.U, además estaba pensando en hacer los capítulos de 3mil - 5mil palabras ¿Les gustaría?

¿Teorías? ¡Escríbelas aquí, me encantaría leerlas!

𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚 ┊ 𝐒𝐞𝐮𝐥𝐫𝐞𝐧𝐞 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora