Desperté y me aliste para ir a la iglesia, cada domingo asistía todo el pueblo sin falta alguna.
Escuchar el sermón del padre nunca había sido parte de mi interés pero, al escuchar esa frase mis bellos se erizaron.
"Hombre y mujer, así debe de ser, la creación divina lo decidió y quien niegue o no tenga los mismos intereses, serán castigados."
Por primera vez en toda la misa alcé mi vista y como si fuera parte de él destino los ojos de James y los míos se encontraron.