Capítulo 7: Reconciliación

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Ya era de noche. Estábamos junto a unos árboles delante de la especie de casa donde estaba Jim, la capitana y el doctor Doppler para no perderlos de vista.

Yo me ofrecí para hacer el primer turno para vigilar mientras el resto dormía.

Miré alrededor y escuché un ruido que venía de unos arbustos. Me levanté y fui hacia allí.

Al adentrarme un poco más en el bosque para mirar en los arbustos, de repente, Jim salió de uno de ellos y me apuntó con un cuchillo.

-No te acerques más-me dijo.

-¿Jimmy?-le pregunté sorprendida.

-Dame tu pistola. Ahora.

Yo obedeci y le di mi pistola. Cuando la cogió me apuntó con ella.

-¿Que crees que haces?-le pregunté-no voy a hacerte daño.

En ese instante un robot salió de los arbustos.

-¿Quién es ella?-le preguntó el robot a Jim.

-¿Y este?-pregunté señalando al robot.

-¿Vamos ya al bote?-preguntó el robot.

-Primero tengo que ocuparme de ella-respondió Jim.

-¿Vais a coger el bote?-pregunté-¿porque?

-No te importa. Estas con ellos y no puedo dejar que te chibes-contesto Jim.

Me quedé pensando unos segundos. Puede que lo que iba a hacer fuera una estupidez pero creo que eso es lo que quería realmente.

-No quiero ir con ellos Jimmy-confese-quiero ir contigo. Siento todo lo que te dije, no iba en serio. Te qui...

-Te creo-me cortó Jim.

-¿En serio?-pregunté desconcertada.

-Si, pero ahora ayúdame. Tenemos que volver al barco.

-¿Porque?

-En el camino te lo cuento.

Asentí y fuimos hacia el bote. Cuando llegamos subimos sin hacer ruido y nos fuimos hacia el barco.

-En realidad no tengo la esfera-dijo Jim.

-¿Como que no tienes la esfera?-pregunté un poco alterada.

-Cuando estaba peleando con John Morph al asustarse se camuflo igual que la esfera y en vez de cogerla, cogí a Morph.

-Genial-dije-¿y ahora donde está la esfera?

-Esta junto a unas cuerdas. Cuando lleguemos la cogemos y nos vamos.

[...]

Al llegar, dejamos el bote a un lado del barco y saltamos a la cubierta. Bajamos por unos pasadizos. El robot que iba con Jim se separó yendo hacia unos cables.

Cuando llegamos a donde estaba la esfera Jim la cogió.

-Ya podemos irnos-dijo.

Los dos subimos hasta la cubierta del barco y al llegar el patas de araña se plantó delante nuestro.

-¿A donde creéis que vais?-preguntó.

-¡Corre!-exclamó Jim cogiendome por el brazo.

Los dos fuimos de nuevo hacia los pasadizos mientras corríamos para escapar del patas de araña que nos perseguía.

Giramos en una esquina y nos escondimos detrás de unas tuberías.

Esperamos un rato pero no se oía nada. Jim decidió salir de su escondite y el patas de araña se avalanzo hacia él estampandolo contra la pared mientras los dos forcejeaban.

Salí de mi escondite y vi que mi pistola, la que me había quitado Jim antes, estaba tirada en el suelo. Fui corriendo hacia ella, la cogí y le disparé al patas de araña.

Le dí en el brazo y se apartó de Jim quejándose. Levanté a Jim que estaba en el suelo y salimos de nuevo a la cubierta.

Pero antes de poder subir al bote alguien me agarró por la espalda y me tiró hacia atrás haciendo que mi espalda chocara contra la pared.

Caí al suelo boca a bajo y un dolor punzante me invadió en toda la espalda.

-¡Leah!-escuché gritar a Jim.

En ese momento empecé a elevarme del suelo. Alguien había desactivado la gravedad artificial. Me agarré como pude a una de las cuerdas de las velas.

Vi que Jim estaba agarrado a lo alto de la bandera y que patas de araña iba directo hacia él.

-¡Jim cuidado!-grité.

Este se giró y al ver que patas de araña estaba a punto de atraparlo, Jim saltó esquivandolo y le enredó la bandera por el cuerpo. Al hacerlo, patas de araña no podía agarrarse a nada y se fue flotando por el espacio.

En ese momento la gravedad artificial volvió a conectarse. Yo conseguí caer de pie en el suelo de la cubierta aunque me tambalee un poco. Miré a Jim y estaba tendido en el suelo.

-Jim.

Me acerqué a él y le ayude a levantar.

-¿Estas bien?-le pregunté.

-Si. ¿Tú?

-Creo que también.

El robot que iba con nosotros salió de donde quisiera que estaba y se acercó a nosotros.

-Nos hemos librado del malo-dijo.

-No gracias a ti-dije.

Los tres fuimos hacia el bote. Nos montamos y regresamos al planeta.

El planeta del tesoro: una aventura inolvidableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora