D o s

90 12 25
                                    

Allura decidió ignorar y seguir.

Los días próximos se veía a un moreno disfrutar a cada hora de un helado y los ajenos a aquel día se preguntaban de dónde había salido.
Primeramente le trataron de preguntar a Lance, pero cada que pasaba por alguna extraña razón la pequeña castaña salía de la nada y los interrumpía, de modo que la respuesta nunca salía de los labios del moreno. McClain no podía comprender que en el momento que quería revelar aquel día de su regalo, pidge interrumpía porque era muy significativo para ella.

Más adelante, el paladín azul no se molestaba con el cambio abrupto que su compañera hacia; como el que ella tratara de pasar más tiempo a su habitación jugando videojuegos hasta caer dormidos, ver series dramáticas súper clichés, programas de risa a altas horas de la madrugada, etc. Le agradaba y bastante.

Pero por su parte, Katie pensaba distinto a esos cambios que tenía, a ella le desagradaba pues actuaba inconcientemente y no se comprendía.
Se podía encontrar investigando muestras alienígenas y de otro momento ya estaba con Lance disfrutando de una helado mientras veían x serie. Katie estaba cambiando, su forma analítica de pensar se distorsionaba al momento de venir a su mente aquella sonrisa sincera que Lance le mostró en su cumpleaños.

Ella de solo recordarlo su cara ardía, su corazón palpitaba a prisa y sus manos sudaban, pronto las herramientas que sostenía se le iban de las manos y para calmarse lo que hacía era pensar "¿Que estará haciendo él ahora?" Y así, Katie es como terminaba a lado del moreno.

Día tras día, misiones ocurrían y salvar a otros planetas ya era frecuente; después de eso Allura los felicitaba a la mayoría, ya que como siempre Lance recibía un regaño sin justificación. Ese tipo de cosas eran pasadas por alto ante todos, algunos asentía en acuerdo u otros solo miraban a otra parte que no fuera al triste y semblante del moreno. Pero ahora, en el presiso momento que la princesa estaba por abrir a boca, la oji-miel interrumpio.

—Lance estaba abriendo un camino para que yo pasará con las personas que rescate, por eso hizo aquel movimiento ¿Verdad Lance?—

—Pidge, escucha, no está bien proteger las tonterías que él hace—reprendio Shiro con mala cara.

—Pero...

—Es cierto, yo quería abrir ese camino para Pidge, pero Lance se me adelantó así que solo lo ayude a distancia—quizo también intervenir su mejor amigo, Hunk.

—Hunk yo solo te vi disparando del lado que te correspondía defender—hablo un molesto Keith mirando como Lance lanzaba sonrisas torpes y tímidas a sus amigos que querían defenderlo.

—Esta bien...fue estúpido, lo siento por proteger a una compañera de ser atacada—se encogió de hombros y salió del cuarto de reuniones, no se dijo más pero las miradas hablaron por si solas.

No sé podía mantener la misma situación, si pudiera ver cuánto destrozaban esas palabras y aún más las miradas acusadoras, les daría vergüenza mirar al castaño.

Así que era el turno de Katie de intervenir en serio. Ella tocó y luego entro como si nada a la habitación del paladín azul, lo encontró en cama y su almohada la abrazaba por encima de su cara, cubría su rostro pecoso y sus quejidos. Podía acostumbrarse a ello y verlo sin fin, pero tenía que decir las palabras correctas que pensó durante un rato.

—Lance...—llamo y dejo que se moviera en señal de que esté la escuchará—Protegerme fue estúpido...pero gracias, no dejes de hacerlo.

—Me gusta protegerte—murmuro

—No me molesta que lo hagas, nada de lo que haces me molesta...—hizo una pausa recordando—Excepto talvez tus chistes negros. No los hagas

—¿Porque? ¿Te preocupa que haga lo en verdad digo?—

—Si, obviamente si. Porque lo que dice Allura influencia mucho y me molesta, me molesta que te afecte—dijo Pidge cada vez en un tono más duro, cruzando sus brazos y mirando a la puerta como si fuera la princesa.

—¿Te...molesta?—se detuvo al decir eso y sentarse en la orilla de su cama—¿Porque?

—No lo se...por más inteligente que sea, no me comprendo ¿Okey?—se encogió de hombros la oji-miel y luego se sonrojó—Me voy, todavía tengo cosas que hacer...

Y justo antes de irse...

—¿Hoy vendrás a ver el final de la novela? Recuerda que apostamos quién terminaría siendo el villano—

—Pfft por supuesto, no lo vayas a empezar sin mi—dicho eso último más animada, fue en dirección al cuarto donde la princesa acostumbraba a estar.

Pero en el camino fue interceptada por aquel hombre de simpático bigote, anunciando que debería preparar una fiesta sorpresa para la princesa. La explicación que dió fue, que en la cultura Alteana celebraban los cumpleaños cada cinco años, y justo mañana Coran quería prepara una fiesta para la princesa.

—¡¿Por qué debería hacer una celebración para ella y no para mis amigos?!

—¿Eh...pidge?—llamo confuso Coran.

—¡No! ¿Porqué? ¿¡Porque para ella y no para él?! ! Explícame!—estallo de nuevo la castaña y espero la respuesta.

—Porque...Celebras a las personas que amas ¿Verdad? ¿Quien esa persona en tu caso Pidge?—pregunto de vuelta y espero jalando su bigote.

—¿M-mi ca- caso...?—dije titubeante, viniendo esa persona que últimamente ronda sus pensamientos: Lance —¡N-no es-espera! ¿Co-como puedo saberlo?

—El cariño que le tienes a una persona depende de cuántas veces al dia la pienses—Sonrio con satisfacción al ver la duda resulta de la pequeña— y bien ¿Me ayudarías a llamar a los demás para empezar con la fiesta sorpresa?

En blanco, sus pensamientos siempre en movimiento se detuvieron y ella también.

—N-no—murmuro al fin—¡No, no, no lo haré! ¡Tengo que hace algo antes!—dio brincos en su lugar ansiosa.

—¿Y quién podrá ser?

—¡Es un secreto!—salio corriendo.

[ Lance ]

Así que...preocupada por mi ¿Eh?

De hecho, nadie parece tan atento a mi más que ella últimamente. Creí que solo era un interés efímero, viene de la nada y me atrapa con sus envolventes ojos miel, como invitandome a ir también con ella.

¿Y adivinen que? Efectivamente me he adentrado en su mundo, tanto que me siento un parásito. Si solo soy una molestia no debería venir y ver tanta trama cliché que pasan por televisoras alienígenas, o que dejara de jugar partidas conmigo en la consola, yo no me sentiría mal, puedo perdonarla.

Pero lo que no le perdonaría jamás es que se muriera en medio de un ataque Galrra, por aunque más que nada me pondría tan triste que yo mismo no pude protegerla y así me odiaria más de lo que ya hago.

Me agrada estar con ella, es diferente a lo que siento cuando Hunk me acompaña, porque su presencia me tranquiliza y me hace entrar en razón. Cada vez más que mi mente comienza a divagar y comienzo a deprimirme, ella llega en el momento justo y despeja mis pensamientos tristes con su sonrisa...

¿Su ...sonrisa?

Me la he imaginado y no puedo dejar de pensar ¿Cuando es que volverá a mi cuarto para terminar aquella serie? ¿Que es lo que estará haciendo ahora?
Quiero saberlo, quiero adentrarme a su mundo si es que no soy una molestia.
Quiero saber que clase emoción estoy sintiendo.

❝𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 𝐣𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬❞ -𝑷𝒍𝒂𝒏𝒄𝒆-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora