KhunBam Week 2020

Día 1: Cabello.

No le importaba si alguien lo llamaba dramático ni tampoco si se burlaban de él, todos sabían cuan importante era para Khun mantener una apariencia pulcra frente a cualquier persona, al tener demasiados hermanos, hacerse destacar era demasiado complejo y solo podía valerse de su apariencia, modales e ingenio para conseguirlo, es por eso qué al ver lo que le había sucedido a su cabello casi demanda a la estética por arruinarlo.

Shibisu intervino antes de que Khun llamará a un abogado, la única razón por la que permitió que lo alejara de esa estética era por estar en la pequeña lista de amigos y personas que toleraba, pero no pudo convencerlo en la resolución de conseguir que ese lugar tuviera menos clientes de lo habitual.

Él tenía que lidiar con el desastre provocado por la estética a menos de dos horas para la cena en la que la familia Khun entera se vería obligada a asistir, incluyéndolo a él. No se atrevería a ponerse en ridículo frente a sus conocidos con varios mechones teñidos de un feo verde que no contrastaba con el azul natural de él.

—Contrólate un poco —gruñó Shibisu en el asiento del copiloto.

—¿Cómo quieres que lo haga? Mira el desastre que es esto —dijo frustrado.

—Lo arreglaremos —respondió el chico restándole importancia.

—Quisiera que me explicaras una buena solución—intentaba mantener la calma mientras manejaba, lo último que quería era morir en un accidente automovilístico.

—Conozco a alguien, ya te dije, solo sigue mis indicaciones y resolveremos ese pequeño problema.

—No pienso confiar mi cabello en cualquier persona, no después de lo que acaba de suceder —dijo con brusquedad, lo observó de reojo para buscar alguna reacción, esté simplemente parecía aburrido.

—Me terminarás agradeciendo.

—Más te vale.

Podía decir demasiadas cosas respecto a Shibisu, pero lo cierto era que confiaba en él y sus acciones, no era demasiado brillante en la universidad, pero tomaba decisiones acertadas en momentos de crisis y conseguía dirigir a las personas de manera adecuada, esas cualidades eran las que valoraba Khun, a pesar de los pronósticos de quienes les rodeaban, ambos consiguieron entablar una amistad.

Durante varios minutos se limito a seguir las ordenes del copiloto, este se encontraba tan seguro de la dirección que seguían, ni siquiera dudo mientras hablaba, Khun de reojo se percató como Shibisu mandaba mensajes a través del teléfono, él estaba demasiado concentrado en estos, lo extraño sucedió cuando el tono de llamada resonó con fuerte, Shibisu no tardó en responder.

—Hola, si, Anaak me dijo que no estabas ocupado, ¿No es mucha molestia? —Shibisu guardo silencio por unos segundos para luego romper en una sonrisa—. ¡Lo sabía! No podía esperar menos de tu amabilidad y no reniegues. Sí, sí, estaremos ahí dentro de breve. Gracias por todo Bam, eres el mejor, adiós.

—¿Bam...? —preguntó lentamente al ver como la llamada era terminada.

—Nos estamos dirigiendo con él —encogió los hombros Shibisu—. Créeme, es brillante en lo que hace, apenas esta iniciando con su negocio, pero hace magia con sus manos, cualquier cosa que pidas lo hace posible.

—Hablas bien porque es tu amigo —acusó.

—Mentira —refutó Shibisu—. Estoy diciendo la verdad, no querrás cambiar de estilista una vez termine contigo.

—Tiene que ser rápido, solo tengo dos horas antes de la gala —terminó por decir.

—Ya te dije, no tienes por qué dudar de Bam —Shibisu se acercó ligeramente, su expresión era picara, no le agrado en absoluto—. Incluso podrías querer una cita, Androssi lo intento, pero se rindió al ver que Bam no caería tan fácilmente.