One - Shot's [Sesshomaru X Rin]

•Marcha atrás•

Siempre fui indiferente ante la absurda e inexplicable actitud que Inuyasha tenía por esa sacerdotisa muerta que el llamaba su primer amor.

En ese entonces poco me importaban oir esas absurdas historias que me contaba mi detestable hermano, pero quién lo diría, ahora ansío de sus estúpidos consejos.

Porque quien lo diría que yo, el gran Sesshomaru, estaría sintiendo lo que muchos llaman "Decepción amorosa".

Tsk, mira todo lo que me hace decir esa simple humana, pero que de simple no tiene nada, siempre estuve consciente de eso, es una lástima que no haya hecho nada al respecto, todas las señales eran claras, todos en la aldea lo sabían, solo yo fuí el único idiota en no darme cuenta.

«Volvía de una ardua misión por proteger las tierras del Oeste, estaba malherido, pero sabia que esa herida era lo que menos me importaba en ese momento, hacia muchos meses que no la veía y no podía fallarle.

Apenas me acerqué a la pequeña granja donde ella solía alimentar a los animales, toqué su hombro para llamar su atención, ella tuvo que pestañear muchas veces para finalmente reaccionar y darse cuenta de que no era un sueño, mientras que yo admiraba el gran cambio en su larga cabellera azabache, sus delineados ojos con uno de esos naturales maquillajes que le regalé en su cumpleaños número 20 el cual le daban un toque peculiar y misterioso a esa mirada café acompañada de sus mejillas naturalmente rosadas como siempre.

Tenía frente mío a una abrumadora humana capaz de dejar boquiabierto a cualquier hombre que tuviese enfrente y me sorprendió que ese encanto natural en ella haya hecho efecto alguno en mí, en un inexpresivo e impertubable Youkai que lo menos que hacía era sorprenderse.

— ¿Acaso escuchó lo que le dije?—Pronunció ella con una ligera sonrisa de burla al notar que aún no me atrevía a decir nada— ¿No me diga que no me reconoce? Solo es un poco de pintura sobre mi rostro, ya sabe... La señorita Kagome insiste en que debo portarme como una señorita y etc. —Dijo ella negando con la cabeza como si de algo aburrido se tratara.

Pero debo admitir que por primera vez estoy de acuerdo con la sugerencia de la sacerdotisa.

Yo solo pude asentir con la cabeza sin poder quitarle la vista de encima y eso era desesperante, esta chica era como un iman para mis ojos y ella parecía no darse cuenta.

— Señor Sesshomaru diga algo—Insistió ella de brazos cruzados, noté un ligero sonrojo por parte de ella, claro, cualquier chica se pondría nerviosa por tener a un hombre sin quitarle la mirada encima por más de 5 segundos— Está bien creo que lo capto, me quitaré el maquillaje que parece incomodarlo. —Dijo ella con una sonrisa para luego hacerme un guiño con uno de sus marrones ojos, dispuesta a meterse a su cabaña.

Fue ahí que recobré mi peculiar compostura y la tomé del brazo haciendo que ella me mirara confundida por mi actitud.

—No es necesario, te queda bien.—Hablé con mi caracterisca frialdad, haciendo que ella sonriera, pero de inmediato esa hipnotizante sonrisa desapareció al bajar su mirada hacia la sangre manchada en mi brazo izquierdo.

— ¡Está herido! ¿Y como es que está tan tranquilo? —Colocó una mano sobre su frente en señal de desesperación y me tomó de la mano para adentrarme a su cabaña.— Sé que es un Youkai de lo más fuerte y todo eso pero al menos debe tratarse esa herida , que bueno que me tiene a mi.

Yo enarqué una mis cejas, no podia negar que muy en el fondo me agradó oir que ella se sentia en la responsabilidad de cuidar de mi, pero al parecer no era su intención decirmelo directamente, noté como evitó el contacto visual conmigo y se iba poniendo cada vez más roja.