ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚

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La dueña de la sombra, no era más que otra cazadora de demonios, Era linda y parecía muy "Alegre".

Dijo que se llamaba "Shinobu koucho", una compañera de Tokito-San.

- Ara~ Ara~, Así que tú eres la chica de la que hablaba Tokito- Dijo inexpresiva la joven su voz era tierna pero... ¡¿Por qué es tan bajita!?

- ¿Tokito-San hablo de mi? - pregunté dudosa, pero algo alagada de que hubiese hablado de mí.

- Si y me pidió que pasara a ver si estabas bien - Dijo para hacer un movimiento de mano indicando de que ya se iba - al parecer estás en perfecto estado, así que ya me voy -

La chica se fue tan rápido como llegó, desapareció entre la oscuridad de la noche dejando verla solo por un momento, volando al frente de la luna.
Tokito-San~ el se preocupa por mi, Tanto que le pidió a alguien que viera si me encontraba bien. Las comisuras de mis labios se ampliaron automáticamente, sonreía de felicidad, mi mejillas estaban sonrosadas, espero que nadie me vea en este estado. Me sentía como si estuviera flotando, mi sentía asombroso.

Tenía un extraño calor en mi pecho, era cálido como una taza de té, como un abrazo o una manta. Quería saber de donde provenía ese calor, pose mis manos en mi pecho para sentir mi corazón latir acelerado y sin control, respire hondo.

Miraba la luna, la que hace un instante era opaca por una joven enana, También la misma luna que brillaba intensamente la noche en la que lo conocí, Era tan hermosa la luna, podía poner mis manos juntas, mirando al cielo como si la sostuviera entre ellas. Deseaba que Tokito-San apareciera al frente mío y poder escuchar su suave voz de nuevo, apenas había pasado un día sin verlo y ya lo extrañaba.

Extrañaba a un desconocido que salvo mi vida.

[...]

El no volvió al día siguiente, ni el siguiente, No volvío... Había pasado una semana desde su partida y no sabía siquiera si estaba bien, me preocupaba mucho ¿Y si estaba herido?

La señorita Koucho, vino al día siguiente a nuestra charla nocturna, Dijo que: No conocía la información de que si Tokito-San estaba bien, ni a donde fue, pero que la habían dejado a cargo de mi. Así que diariamente venían unas pequeñas niñas, a la residencia a traerme comida o dinero, estás apenas me los daban, se iban caminando a la finca mariposa, donde vivía Koucho-Chan, usaba el dinero para hacer compras en un pueblo cercano, con eso me compré dos yukatas nuevas ( de color morada y blanco) para no usar las de el.

Cuando iba al pueblo usaba la mía de estampado floral rosado y dejaba las unicolor solo para andar por la casa.
Me adueñe del cuarto en el que dormida y fácilmente ya decía "Mi cuarto" estaba mas lleno de cosas que antes, tenía macetas de plantas al lado de la puerta, cuadernos y libros sobre la mesita de la esquina, una alfombra y el armario tenía ya zapatos y cepillos para peinarme.
Limpiaba la casa diario, Si el volvía a casa sin previo aviso y la encontraba desastrosa, se iba a quejar de que era una mala inquilina, así que trataba de tener la casa igual de limpia que cuando llegue, Solo entraba una vez al día a su cuarto a barrer y me iba.

Ya no soportaba la espera de volverlo a verlo, me sentía muy sola ahí, aparte de los peces koi del estanque, era el único ser vivo y consciente en ese lugar.

El día en el que volvió. Yo ya había perdido la esperanza de que volveria a ver, No había recibido ni una sola carta de Tokito-San en toda la semana. Era triste no saber nada de él todo ese tiempo.
Llegó en el momento menos esperado y de la manera menos esperada.

Era de noche, hacía un fuerte frío así que me fui a dar un baño caliente para después irme a acostar, me puse la yukata morada nueva (era muy cómoda) y me acosté a dormir.
El futón estaba tan caliente como mi cuerpo se sentía tan bien, arropadita por completo ya tenía sueño, cerraba mis ojos lentamente, hasta caer en un profundo sueño, todo era oscuro, el único rayo de luz eran los escasos recuerdos de Tokito-San, ahí quede rendida, me encontraba en una nube de ensueño, sin saber que pasaba a mí alrededor.

A la mañana siguiente, abrazaba con fuerza mi almohada, supuse que era de tarde, porque pegaba un fuerte sol por la ventana, me daba mucho calor, pero no me quería parar, me daba flogera quería dormir para siempre.
La abrazaba más y más fuerte, se sentía genial, era como tener entre mis brazos a Tokito-San.

- ¿A que hora te despiertas tu? - Dijo la ya conocida voz masculina que tanto me gustaba.

Quede impactada, cuando abrí los ojos y me encontré a Tokito-San acostado al lado mio, a centímetro de mi rostro. Sus ojos tan vivos, noté un brillo de felicidad en ellos, su rostro también Lucía muy feliz.

- Tokito-San -

- ¿Si? -

Lo abraze más fuerte, posando mi cabeza en su cuello y mis brazos alrededor de su cintura.

- ¿Por qué te fuistes tanto tiempo Tokito-San? - pregunté con mi voz apaga, estaba feliz de verlo pero me sentía mal - me tenías preocupada, nisiquiera que escribistes una carta, para decirme que estabas bien- se me quebró la voz - No me dejes sola, por favor-

Tokito-San se quedó atónito por unos segundos, pero apenas termine de hablar el también me rodeó con sus brazos, haciéndome suaves caricias en mi cabello, estaba segura en sus brazos.

- Lo siento -

Fue lo último que nos dijimos, para quedarnos durmiendo todo el dia juntos en un solo futón, era una sensación tan agradable, el aroma de Tokito-San estaba en el uniforme que llevaba puesto, su olor era tan rico. Pero no tanto como sus caricias.

No quería despertar nunca.

[...]

Era de noche y estaba totalmente a oscuras. cuando me desperté el no estaba en el futón, ni en el cuarto. Lo busque a mi alrededor pero enserio que no estaba, Supuse que se levanto antes a hacer algo(?).

Dormí un día completo, estaba aún más cansada de lo que esperaba, me dieron ganas de volver a dormir.
Pero tenía hambre, así que me levanté del Futón y fui hacia la puerta, para dirigirme a la cocina. Ahí solo agarre un pan de mantequilla y me lo comí.

No vi señales de Tokito-San por ninguna parte en la casa, ni en su cuarto estaba.
Fue un rato más tarde que lo encontré estaba montado en el techo de la casa, observando el cielo, busque una escalera y me subí con el, ni voltio a verme, parecía muy centrado en lo que hacía, me iba cayendo, cuando estuve lo suficientemente cerca de el, me senté a su lado, a mirar también la luna.

- Oye, ___ - dijo Tokito-San.
- ¿Si? Necesitas algo- pregunté atenta, esperando su respuesta.
- Nada solo te quería preguntar, si..
- voltio a mirarme, su rostro iluminado por la luz de la luna, combinaba con sus brillantes ojos celeste. Su cabellera negra de puntas menta y su pálida piel como la nieve - Quisieras ir conmigo a cenar -

- ¿A cenar? - ME ESTABA PIDIENDO UNA CITA???
- Si, es mañana los pilares y yo, iremos a comer y charlar, es algo que hacemos una vez al mes - Dijo tomandome de la mano, jugueteaba con mi dedos - y como me pedistes que no te dejará sola, quería que vinieses conmigo-.

Me sorprendió que recordara que le había pedido que no me dejara sola de nuevo, que verguenza nisiquiera lo pensé dos veces, solo lo dije.
Y Aunque no era una cita, Era feliz sabiendo que cenaria con Tokito-San, conocería a las personas con las que se relaciona y tendría una excusa para vestirme linda solo para el.

- Me encantaria ir contigo, Tokito-San- Le dedique una sonrisa y el también a mi, se ve lindo cuando sonríe, El me dio unas palmaditas en la cabeza, para después bajar del techo.

Yo me quedé un rato más ahí, veía el cielo y no podía evitar recordar cómo Tokito-San y yo dormimos juntos, recuerdo su cálido cuerpo, recuerdo su aroma a lavanda, recuerdo sus caricias en mi cabello, recuerdo la alegría que sentí cuando me abrazó, recuerdo cada detalle de ese momento.

¿Por qué Tokito-San hace que lata tan rápido mi corazón? Apenas lo conozco... Y ya dormí con el.

𝓟𝓻𝓮𝓽𝓽𝔂 𝓑𝓸𝔂- Tokito Muichirou × FemReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora