Love Crash [Mina Y Tú]

Capítulo 9

Pov _____

Jerarquía enorme sobre obstáculos de conciencia me bloqueaban, empecé abrir mis ojos lentamente, tenía apuros por resolver mis paradigma pero no lograba nada.

Abrí mis ojos, «Rapido, Lento» no me importaba, sólo lo hice.

"¿Resaca?, ¿En serio?" Pregunté algo incrédulo a mi mismo.

"Ya tienes 30 años ______, no eres un puberto" En parte me regañaba a mi mismo por mis locuras, sólo quedaba aceptarlas.

Por lo menos no vomité, odio esa sensación, pero el dolor de cabeza ya estaba escrito.

Cerré de nuevo mis ojos, pero los abrí tal vez más rápido que antes, lo que se traduce básicamente en la confusión que estaba teniendo.

"¿Dónde carajos estoy?" Ya era costumbre hablar conmigo mismo.

Lo que podía visualizar en ese momento eran algunas grietas marcando un desgaste en el techo, un cemento cubierto por una pintura amarilla ya parecida a una telaraña.

Solté un poco de aire, me dí cuenta que estaba acostado en una cama; que por sus medidas podría decir que era individual.

Por lo menos esta vez no fue en el techo, piso, césped o incluso en la nevera.

Intenté levantarme, pues lo que anhelaba era por lo menos ver mi física astroespacial, o en simples palabras: ver la hora.

Pero me detuvo un cuerpo cálido, unos brazos rodearon mi abdomen y un lindo olor a shampoo culminó mi olfato, pues alguien se había recostado en mi pecho.

"Hola Tzuyu" Dije sobando suavemente el pelo de la proclamada.

Cerré por tercera vez mis ojos en forma de relajación, pues estaba en buenas manos.

Sentí una presión en mi pecho, una mano, algo pequeña de hecho, hizo que riera por tales caricias.

"Hola Zico" Escuché, para después recibir un hermoso beso en los labios, el cuál y con una sonrisa correspondí.

"¿Con qué ya tengo otro apodo, Eh?" Dije aún con los ojos cerrados y sosteniendo aún una sonrisa.

Con mi mano busqué suavemente su cuello y la falta de visión no fue impedimento para llevarla de nuevo a mis labios, conectándolos una vez más con su receptora.

El rechinido que consecuenció ese acto fue tierno.

Abrí de nuevo mis cafecios en busca de la típica escena cliché que redacta a dos individuos buscándose arduamente por sus miradas.

Pero en su defecto...

"¡M-Minari!" Caí de la cama de un brinco.

El impacto contra el paralelo singular provocó una enorme punzada en mi cabeza.

"¿¡_-____!?" Me miró la chica sorprendida, pero fue interrumpida por sus necesidades, por suerte en ese cuarto algo pequeño había un baño, que fue usado por la ya nombrada.