Cuando Harry salió del baño en toalla, Louis ya no estaba en la cama. Se colocó un pantalón cualquiera sin ropa interior y salió a la cocina. Puso agua a hervir para el té, abrió la alacena para buscar los ingredientes para hacer pancakes y comenzó a hacer el desayuno. Era sábado, así que no tenían ningún lugar a dónde ir, además del supermercado, porque se estaban quedando sin leche y té.Minutos después, Louis apareció en la cocina, con el pelo mojado, una toalla en sus manos y mirada relajada.
El omega menor se volteó al sentir flotar el aroma relajado del otro omega, que se encontraba ocupado secándose el cabello. Puso los pancakes a hacerse en el sartén y caminó hasta Louis, le quitó la toalla suavemente y se la pasó por el cabello con el ojiazul mirándolo desde abajo.
El omega le pasó los brazos por la cintura mientras Harry lo secaba.
"Hay que ir al supermercado, se está acabando tu té, Lou."
Louis alzó la cabeza y tarareó.
"Cierto, gracias por recordármelo, amor, ¿qué haría yo sin ti?" Bromeó con cariño Louis.
Harry rió. "¿Qué haría yo sin ti?" Remarcando el yo con alegría.
Ambos rieron, sabiendo que sería raro no estar juntos. Desde niños han estado juntos, se conocieron en la primaria. Fue un empujón lo que los unió y de ahí en adelante fueron uña y mugre. De pequeños los niños y niñas tienen un leve aroma en particular que les señala a la casta a la que pertenecen. Pulen sus "destrezas" y le dan el empujón al mundo real, fue una mierda, pero gracias a los elementos que tenía a Harry. Como omegas les tocó tomar las mismas clases y vivían cerca, así que nunca más se separaron, pasaron muchas personas diferentes en sus vidas, pero nunca nadie como ellos.
Los omegas pasaron unidos desde la primaria hasta a universidad, donde estaban terminando sus carreras. Vivían en un departamento sencillo, donde un gato y omegas reinaban en paz, no había ningún aroma fuerte que les hiciera arrugar la nariz con asco, ni alfas que se molestaran cada cinco segundos, todo era armonía, una a la que ninguno de los dos quería renunciar nunca.
Terminando de secarle el cabello, lo alzó para sentarlo en la barra, fue fácil, Louis era ligero. Además, era un estereotipo más a el que estaban impuestos, de niños les decían que los omegas eran débiles y eso demostró ser lo contrario todo el tiempo y ambos lo refutaban con firmeza.
Se movió a voltear los pancakes para que no se quemaran y desde la estufa miró como los pies de su omega se balanceaban en el aire.
Louis le hizo señas para que caminara a él y Harry lo hizo como pirata que cae ante el canto de una sirena, tan hipnotizado por él.
El omega abrazó con sus piernas la cintura del otro omega y lo acercó a su cuerpo.
"Te está creciendo el cabello con rapidez." Louis con su mano izquierda enroscó sus dedos en los rizos que se le formaban con timidez.
"Creo que los dejaré crecer un tiempo, extraño tus trenzas." Mientras hablaba inconscientemente se inclinaba a su toque más y más.
La mano derecha de Louis subió por su espalda para dejarla en sus omoplatos, cerca del punto de unión de Harry, mientras que las de Harry descansaban en su cintura.
Eran muy físicos, pero decían que los omegas lo eran y a ellos ese estereotipo no les importaba mucho, siempre y cuando esa persona fueran ambos. Solo seguían lo que su biología dictaba, claro, la biología.
"Extraño hacerte trenzas también." Le sonrío suavemente, "además, ventajas de ser tan bonito, todo te queda hermoso." Movió su mano de los omoplatos donde la tenía a donde sabe que se encuentra escondido el hoyuelo de Harry.
El cumplido de Louis hizo que las orejas de Harry se colorearan y sus hoyuelos salieran. Nunca se cansaban de darse cumplidos, siempre era como si fueran una pareja recién casada, que no eran pareja, ni estaban casados, Harry sintió el estómago revolverse ante eso, pero lo ignoró.
"Tú también eres muy bonito." Y apretó sus caderas para remarcar sus palabras. "Un muy bonito omega." Habló picoteando sus mejillas por cada palabra.
Louis le devolvió el beso en la nariz, provocándole otra sonrisa deslumbrante y ojos brillosos.
Si hubiera alguien más en la cocina notaría la química y amor que rodeaba la cocina, tan puro, tranquilo y feroz a su vez.
Los ojos de Louis brillaban con muchos sentimientos combinados, amor, adoración, anhelo, pero Harry no lo notaba, tan acostumbrado a esa mirada turquesa.
Desayunaron entre risas, extremo contacto físico bajo excusas en nombre de la biología y miradas para nada discretas.
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ja, cómo están?
muak!
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Sincerity is scary; l a r r y . OmegaxOmega [PAUSADA]
FanficHarry y Louis son mejores amigos y viven juntos desde hace un tiempo, con la convivencia viene el enfrentamiento a sentimientos escondidos, ¿será que saldrán a la luz?