Cruzo la calle con mi bicicleta, ni siquiera tuve tiempo de verme al espejo y eso que me levanté temprano, llegaré tarde a la escuela de nuevo, mis maestros supongo que ya se acostumbraron o yo me acostumbré a llegar tarde.
Poso mi mirada al hermoso sol que sale de su escondite, el mar se ve cristalino gracias a su resplandor. Seis y media marca mi pequeño reloj de mano, pedaleo lo más que puedo pero parece que es en vano.
Una pequeña sonrisa sale de mi, alzo mi brazo y saludo al mar, es extraño, pero siento que el mar también me dice que esta feliz de verme, sus olas emiten sonidos, emiten palabras. Cada ola le tengo un nombre y cada una tiene su propia personalidad, ahí va una ola, esa ola nunca toca el agua o más bien yo no veo como toca la arena de la playa.
Dejo de pedalear por un momento, estoy muy cansada me duelen los pies. Dejo que el aire toque mi rostro, ese frío mañanero me encanta, hace que todo mi cuerpo esté despierto, me concentra.
Vuelvo a pedalear, ya casi llego al colegio, me falta poco.
—¡Ay, no! Lo olvidé, hoy es día de exámenes, no estudié nada ni siquiera sabía que teníamos que estudiar, de seguro me dormí en clase.
—Buenos días señorita, veo que llegó tarde de nuevo, menos mal que soy buena persona si no, la dejaría por fuera. —Gire mi cabeza hacía la izquierda, era el portero, Diego.
—Hola, buenos días señor Diego, lo lamento. — comencé a reír nerviosa con la cabeza baja.
—Bien, entra rápido.—el portero abrió las dos grandes puertas blancas.
—Gracias Diego. —sin mirarlo entré.
Miré como algunos pedían dinero otros decoraban, y algunos vendían Coca-cola, recuerdo que cada año, el colegio decide redecorar todo, y este preciso mes es el de recaudar fondos, como siempre escogen unas chicas para que sean las representantes de cada salón y así poder conseguir lo que necesitan, ya sea dinero o hacer actividades como dinámicas.
Claro, siempre he querido ser una de ellas, pero no me escogen, supongo es porque no creen lo que digo. Aún recuerdo el año en el que eran las votaciones, todos estábamos ansiosos por saber quién de todos sería el representante; recuerdo que éramos siete cada uno tenía mínimo seis hojas blancas con textos el cual eran lo que proponían no se como explicarlo, mis seis hojas contenían propuestas, ideas y muchas cosas más. Creo que los nombres de todos eran Taylor, Daniel, Antonia, Vania, Vanessa y Carla.
Las propuestas e ideas de cada uno de ellos eran diferentes y únicas, estaba asustada pero aguantaba.—Mis propuestas son que, tengamos animadoras, claro, del mismo salón sacar animadoras, detener el Bulliyng, colocar más basureros a las esquinas, tener un día en el cual podamos comer solo frutas, tener un día especial solamente para recoger la basura de las zonas verdes de nuestro colegio.
Dije aún más cosas, pero nadie le interesaba mucho, mientras que Carla y Vania decían cosas tipo:
—"Compraremos más balones de fútbol y basketball, también abriremos más mini tienditas para que puedan comprar más comida, bolsas de papas, soda o gaseosa."....
Los votos de todos ellos no se hicieron esperar, yo solo tuve diez votos, Carla tuvo treinta votos y Vania treinta cuatro, así que si, Vania era la nueva representante y Carla era la vice representante, ellas para la política eran iguales a los presidentes siempre a medida de cada situación mentían, prometían el cielo y no daban ni una estrella.
El ruido de una lata de soda interrumpió mis pensamientos, así que voltee.
—¡Hey, oye tu! Espera, ¡Ricardo!
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Burbujas [Primera temporada]
Science FictionUna chica víctima del bulliyng encuentra un pequeño medallón que cambiará su vida, trayendo nuevas experiencias, amoríos, cuando todo se cree que ha mejorado, un monstruo que según se creía muerto ha regresado para tomar venganza y llevarse su...