Capítulo 2 ~¡Maldito pez, aléjate!~

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Quería gritar pero no pude, una mano extraña me tapó la boca hevitandome hacer un sonido.

—Hija, cuéntame lo que pasó, por favor si no,  abriré el armario  a la fuerza bruta —Dijo ella con un tono de queja.

Miré  a mis alrededores, no podía ver  quién me estaba tapando la boca de esa manera, intenté calmarme.

El sonido de un café derramado fue lo suficiente para que mi madre saliera corriendo fuera de la habitación.

—¡Hija ya regreso, pero volveré para que me cuentes todo!

Escuché  sus pasos, de cómo  se iba. Eso me tranquilizó demasiado a tal punto de que, esa extraña mano dejó de tapar mi boca.
En ese preciso momento escapé,  con todas mis fuerzas corrí a la habitación  de arriba, mi habitación.

—Cerré  la puerta bruscamente y me escondí detrás de una mesa,  agarré lo primero que vi, un jarrón con tulipanes  adentro.

La puerta daba extraños ruidos, como si alguien quisiera entrar. Me asusté  aún más ¿y si era es extraño pez demonio?  O peor ¡una bruja queriendo mi Alma!

La puerta daba ahora  sonidos más fuertes,  me acerqué lentamente con el jarrón en mano,  subí ese jarrón alto,  la persona que quisiese hacerme daño primero recibiría un golpe en la cabeza.

El pánico era aún más,  quizá si estaba embrujada la  casa, o no se que más inventar, la puerta se  abrió.

—Cariño, ¿qué haces?— dijo sorprendida mi madre  intentando quitarme el jarrón.

—Emm... es que, pensé que eras un ladrón, no se mamá me siento mal.

—Arqueo una ceja— ¿En serio?  Estás  muy extraña hoy, intentaste darme un golpe en la cabeza.

—¿Que? ¡no! —la abracé— Jamás te haría eso, ni aunque estuviese loca.

—Mi madre correspondió mi abrazo
—Bueno entonces explícame que fue lo que pasó, dime la verdad por favor. —Su rostro mostró un poco de preocupación—

Mi mente comenzó a  trabajar rápido,  necesitaba una mentira convincente  en solo tres segundos.

—Mamá  te diré la verdad,   es que, he estado un poco cansada, como no he dormido mucho por los exámenes creo que tengo alucinaciones  espero me entiendas. —Hice una fingida cara de tristeza.

—Oh, ¿en serio? Solo por eso.  —me abrazó— si es en ese caso esta bien, pero ya deja de trasnochar te es malo para tu salud.

—Esta bien mamá.

—Ella me tocó  la mejilla y se fue sonriente.—

Espero me haya creído esa mentira, porque la verdad ni yo me creo eso, supongo que no le tomó  importancia y eso era bueno. ¿No?

Me acosté en el suelo,  extendí mis brazos y cerré mis ojos.  —Exhale.
Quizá todo fue un sueño, los peces no hablan, el mar sí, los peces no me entienden, las olas sí. Yo no estoy loca, los locos  están en el manicomio.

Sentí una extraña presencia en mi habitación,  algo no andaba bien,  percibí en mi brazo un calor, pero no era algo normal. Este era extraño, era otro caso. Mi abuela una vez me dijo, si sientes este síntoma es porque un espíritu  quiere hablar contigo o es porque le llamas la atención.

—¿Quién  anda ahí? Si hay alguien que quiera hablar conmigo, por favor  cierre la puerta del baño. —Dije con toda seguridad y sin miedo alguno.

La puerta del baño se cerró con toda fuerza, quedé en shock, no podía moverme, ni gritar,  mi abuela nunca me había dicho que tenía que hacer si eso pasaba es más, los espíritus ni siquiera te obedecen.

Burbujas [Primera temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora