"𝙴𝚕 𝚙𝚎𝚌𝚊𝚍𝚘 𝚎𝚜 𝚖á𝚜 𝚏á𝚌𝚒𝚕 𝚍𝚎 𝚌𝚘𝚖𝚎𝚝𝚎𝚛 𝚜𝚒 𝚝𝚞 𝚎𝚛𝚎𝚜 𝚙𝚊𝚛𝚝𝚎 𝚍𝚎 é𝚕"
Sinceramente no tenía idea alguna del porqué estaba sentada en aquella banca con un chico bien parecido a su lado derecho degustado aquel agrio sabor a nieve de limón, fuera de no conocerse la incomodidad estaba lejos de ellos a un punto extinto en la heladería, incluso la gente que pasaba a su lado podía asegurar que eran una pareja teniendo una cita romántica por la forma en como se hablaban.Primeramente, antes de cualquier todo lo invitó sinceramente por lástima pero se llevó la sorpresa que aquel muchacho era muy encantador al hablar aunque muy en el fondo lo hizo por su apariencia. Asimismo a pesar de apenas conocerlo hace unos segundos parecían haberse conocido hace bastante tiempo, resultaba ciertamente interesante e incluso divertido; pues las coincidencias en gustos eran bastantes, ambos les gustaban las mismas cosas y también en lugares.
-Entoces... ¿ya estás mejor? —Preguntó sin verlo directamente a la cara mirando atentamente las gotas de lluvia chocar con la ventana de la heladería. Amaba ver como estaban deslizándose delicadamente hasta unirse a otra gota y la gota fuera más grande. -¿Jason? —Lo llamó al no tener una respuesta.
-Lo estoy, gracias a ti linda. —Se confundió por tal halago dejando de ver la ventana, no permitió que eso le afectará solo era su manera de hablar, nada más, seguramente a cualquier chica se dirigía así, no tenía el porqué sentirse especial.
-Me alegró. —Pasó un mechón de su cabello por detrás de su oreja siendo visto atentamente por el caballero. -Bueno... Jason. Debo de irme, mi madre me espera, espero verte de nuevo. —Levantándose del asiento dio una última mirada a aquel chico de destacable mechón blanco, fue a paso lento hasta la salida del establecimiento, la puerta al abrirse automáticamente le permitió abrir su paraguas y salir en dirección a la casa de su madre.
Por otra parte aquel de sudadera de cuero la veía cálidamente, su corazón latía desenfrenado en busca de más atención por parte de ella, después de perderla entre la neblina que comenzaba a presentarse en Nueva Orleans, observó con detenimiento el recipiente y la cuchara que había sido usada por aquella chica de nombre Darleen.
Pasó delicadamente su dedo pulgar alrededor de la copa de vidrio, la aproximó a su cara, degusto el embriagante olor de nieve y luego de fijarse en que nadie estuviera viéndolo, con un rubor rojizo en sus mejillas pálidas sacó su lengua, lamiendo su dedo lentamente. El sabor dulce le quedaba corto, le encantaba como sabía y solo pensar a quien le pertenecía hizo sentir una emoción vivaz en él, llena de ternura adictiva. No sé había equivocado respecto a ella.
La verdad es que iba apresurada dando zancadas cada vez que podía, uno que otro empujón recibía al chocar con personas por su rapidez, casi cae pero pudo evitarlo. Prosiguió avanzando y la vibración de su bolsillo la detuvo, miró su teléfono dándose cuenta que su madre la llamaba.
-¿Hola? —No respondió. -¿Mamá? —Esta vez hubo ruido por parte de la otra línea.
-Dar, salí de casa por... tu padre, los doctores quieren ocupar su lugar por alguien más.. —La de iris verdes cerró sus ojos.
-¿Quieren desconectarlo? —Temía lo peor, la última vez ni siquiera les consultaron que lo desconectarian y por mera suerte estuvo para impedirlo amenzandolos por demandarlos por negligencia médica... eso no les detendría ahora... después de tanto tiempo.
-.... —Suspiró. -Sí, han pasado diez años desde que está así, dicen que sí despertará tendría problemas. —El palpitar de su corazón se detuvo por segundos eternos carcomiendo sus esperanzas, una por una quedándose sin ninguna. -Es tu decisión si quieres venir, Darleen. No me enojare si no lo haces... —La gente que pasaba podía apreciar la aura de tristeza rodeando cada centímetro de su ser. Nadie podría ayudarla.
Aquellas palabras la habían dejado anonada, ningún ruido salía de su garganta, sólo pequeñas gotas se deslizaban.
Una persona se paró frente a ella, de una estatura más alta que la de cabellera verde, al estar encorvada fue recorriendo la mirada de abajo a arriba.
-Tú.... —Murmuró. -¿Qué haces aquí?... —En hilo de voz pronunció.
-Darleen... —Los brazos del sujeto la abrazaron por completo incluso se dio el tiempo de recargar su cabeza en el hombro de la fémina, inhalando ese olor de chicle que la caracterizaba. -No sabes cuánto te extrañé. —La adolescente que alguna vez fue era una mujer hermosa hecha y derecha, era más hermosa de lo que su memoria recordaba.
By. Kafer_Jerin
☆𝗗𝗮𝘁𝗼𝘀 𝗰𝘂𝗿𝗶𝗼𝘀𝗼𝘀☆
●Lucas iba a morir en este capítulo pero como ven ya no. :/○Pensé en poner toda la conversión que tuvieron Darleen y Jason, al final quiero darle más sentimiento a eso en otro capítulo. ^_^
●Iba a hacer más largo.
○En esta historia se caracterizará por las muertes, este capítulo iba a tener dos muertes pero iba a hacer muy pronto.
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𝐄⃟𝐫𝐞𝐬 𝐌⃟í𝐚. [¡𝖸𝖺𝗇𝖽𝖾𝗋𝖾! Jason Todd]
FanfictionEres Mía. -Yandere Jason Todd. 𝖤𝗅 𝗌𝗈𝗅 𝗌𝖾 𝖺𝗉𝖺𝗀ó 𝖾𝗇 𝗎𝗇𝗈𝗌 𝗌𝖾𝗀𝗎𝗇𝖽𝗈𝗌, 𝖼𝖺𝗆𝗂𝗇𝖾 𝗉𝗈𝗋 𝗅𝖺 𝖼𝗎𝖺𝖽𝗋𝖺 𝗒... 𝖾𝗇𝗍𝗈𝗇𝖼𝖾𝗌 𝗏𝗂 𝖾𝗌𝖺 𝗋𝖺𝖽𝗂𝖺𝗇𝗍𝖾 𝗌𝗈𝗇𝗋𝗂𝗌𝖺, 𝖾𝗌𝗈𝗌 𝗈𝗃𝗈𝗌 𝖻𝗋𝗂𝗅𝗅𝗈𝗌𝗈𝗌 𝗒 𝗍𝗎 𝖼𝖺𝖻𝖾...