Don't Hurt Me

II.

Mientras Yoongui hacía entrevistas, Jimin terminaba de doblar la ropa de este para después ir a la cocina y apagar el fuego, pues lo que cocinaba ya estaba hecho, tenía hambre, a sique solo cogió un poco de arroz y se hizo una ensalada con pollo a la plancha, pues Yoongui le tenía prohibido comer grasa, a Yoongui le hizo, sopa de algas, cerdo frito, mandú y arroz.

Cuando termino de comer, fregó lo que había usado y reposo para cambiar su ropa por una de hacer ejercicio. Y comenzó a hacer sus ejercicios diarios para no engordar y para además mantenerse en forma. 

Al terminar se sentía culpable por colgarle de esa manera a Jungkook por lo cual lo llamo.

— ¿Jimin? Es raro que tú seas él me llame.

—Quiero disculparme, si fui grosero cuando me llamaste esta mañana, la verdad estaba un poco estresado, perdóname.

—No pasa nada hyung te perdono, ¿Qué haces?

 —Ahora mismo nada, acabo de terminar de hacer ejercicio.

—¿Para qué haces ejercicio? Estás más flaco que un palo.

—No Jungkook, no inventes, tengo gorditos en mis caderas Yoongui dijo que tengo que bajar un poco más de peso.

— Cortemos este tema hyung, no quiero pelear, mejor ¿Quiere jugar? ¿Todavía tienes tu laptop?

— Si la tengo.

— Bien juguemos Minecraft.

—Vale, déjame buscarla.

—Bien hagamos videollamada.

—No videollamada no.

—¿Por qué?

—No estoy arreglado, estoy sudado y con el cabello echo un desastre.

—Hyung , eres hermoso, hasta con mocos eres lindo.

 —Eres un cochino kookie.

Dijo Jimin riéndose.

—Ya perdón bien, juguemos.

Jimin paso lo poco que quedaba de la tarde jugando con Jungkook hasta que se le fue el tiempo y se dio cuenta de que ya eran las nueve de la noche.

—No puede ser.

— ¿Qué? 

— Ya es tarde Jungkook, son las nueve. 

— ¿Y?

 —Yoongui ya debería haber llegado, qué raro.

— Bueno, pero sigamos jugando.

—No, ya es tarde voy a salir del juego que tengas buenas noches kookie.

— ¿Qué más da? Buenas Noches, Hyung.

Jimin colgó la llamada y guardo su laptop y su teléfono, después fue a darse una ducha, se puso su pijama y bajo a la sala a esperar a Yoongui.

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Mientras tanto, cuando se acabaron las entrevistas, Yoongui iba en su auto con el chico Wonho, directo a un restaurante alejado de la ciudad.

—¿No has comido Wonho?

— La verdad no.

— Bien iremos a cenar, puedes pedir, lo quieras.

— Gracias, señor.