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PREFACIO (1/2)
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SER JUNE Y VIVIR ENUNA CASA con magos tan grandes, era intimidante. Su padre trabajaba en el ministerio, específicamente: en el Departamento de Accidentes y Catástrofes Mágicas (sede de los desmemorizadores: son magos que tienen la tarea de modificar la memoria de un Muggle después de presenciar los incidentes causados por arte de magia.) que quedaba en el tercer piso, reemplazó a Cornelius Fudge ya que este fue elegido para ser el nuevo ministro de magia, pero a Rudolph, no le molestaba en absoluto ya que siempre había querido ese puesto. Su madre, Linda Mandalorian, trabajaba igualmente en el ministerio, pero en la oficina de Aurores que se encuentra en el piso dos , este se componía de una serie de cubículos abiertos, cada Auror cuenta con un lugar para trabajar. Fotos de conocidos magos oscuros, mapas, recortes de El Profeta, y la línea de varias otras cosas de los cubículos. June había visitado varias veces su oficina así que sabía exactamente donde quedaba cada cosa.
Su abuelo, Harlan Mandalorian era un famoso escritor del profeta y novelas de misterio, gran amigo del director de Hogwarts Albus Dumbledore y el degradado a director del Departamento de Cooperación Mágica Internacional: Bartemius Crouch. Su hermano mayor, Ransom Mandalorian terminaba su séptimo año en Hogwarts (Ravenclaw como su padre) con muy buenas calificaciones, podría decirse que era un cerebrito, es más ¡él era el primer mago que aún estando en la escuela; en crear hechizos!) aunque bueno, su linaje familiar era conocido por eso, hasta tenían un libro donde se explicaban brevemente cómo debían utilizarlos, pero de eso hablaría más adelante, puesto que no tenía mucho conocimiento sobre eso, solo tenía once años.
Así que como ven, June tenía mucha presión sobre sus hombros para ser perfecta, es por eso que cuando el 1 de septiembre llegó era un manojo de nervios, bueno, todo mago o bruja son un manojo de nervios ese día, ¡por merlín! ¡asistirá a Hogwarts! y había oído un rumor que el niño que vivió asistirá y estarían en el mismo año.
―¿Ya tienes listo tu baúl cariño? ― su madre la sacó de sus pensamientos, había estado dibujando una carita feliz en la ventana con el vapor que había salido de su boca.
―Eeeh... si ― contestó, su madre al otro extremo de la sala le sonríe.
―Esta bien cielo, tienes que bajarlo ya, tengo que llevarte antes de que sean las 11 en punto porque llegaremos tarde al expreso y yo al trabajo.
―Ok ¿y papá no vendrá? ― preguntó mientras se bajaba del sillón para empezar a subir las escaleras.
―No... está con mucho trabajo esta mañana y salió más temprano ― eso lo dijo sobándose los ojos con su mano libre, parecía estresada cuando hablaba del tema, los había escuchado discutir en la mañana.
―Oh, está bien. ― se colocá los zapatos y sube corriendo las escaleras, debe admitir que está un poco decepcionada, todos quieren que ambos padres los lleven a su primer día en el expreso, pero que le podría hacer, su padre era un hombre ocupado. Dobló la esquina y se estrella con su prima Hilda, novia de Percy Weasley, llevaba mucho papeleo y libros. Hace poco se mudó a su casa por un escándalo ocurrido con su madre y hermanas, todo el mundo mágico sabía del tema pero a ella la habían obviado por ser menor de edad. Los acompañaría al expreso ya que ella también asistía a Hogwarts.
