You & Me©| TaeGi 🐯😸

TRES.

ADVERTENCIA: Esta historia ha sido reeditada, no se asusten, las escenas son iguales, lo único que he cambiado es la redacción)?.

En fin, espero de todo corazón que les guste <3

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Decir que Taehyung odiaba al pequeño minino sería una mentira, decir que a veces no quería estrangularlo y tirarlo por su balcón, sería otra gran mentira.

Pero al fin y al cabo se había acostumbrado, inevitablemente, a la presencia de la pequeña y gordita bola de pelos, en especial cuando en días lluviosos se ponía todo sensible y sentimental y terminaba viendo películas románticas cliché que le hacían llorar por que se sentía solo.

Y es que tener casi veintisiete años y no tener una novia (o novio, ¿a quién engañaba? Le iban más los penes) con quien compartir pequeños momentos de su vida se le hacía muy triste, en especial cuando veía a Jin hyung y Nam Joon hyung siendo unas masitas entre ellos, dándose besitos y mimos sin importarles si alguien les miraba mal.

Incluso su pequeño Kookoo estaba de enamorado con JiMinnie, tal parecía que todos tenían con quien compartir el resto de sus vidas, menos él.

Aunque desde la llegada del lindo Suga ya no se sentía tan solo, es más, prefería pasar los fines de semana en su cómodo sofá, con el minino en su pecho ronroneando y ambos comiendo todo el día, que ir a beber con sus compañeros de trabajo, como solía hacer.

Se sentía afortunado de poder tener alguien que le diera compañía y no lo regañara por ser un desastre andante la mayoría del tiempo.

Sí, es más, podría decir que su gatito era la cosa más bonita que le había pasado en su desastrosa vida.

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Aunque lamentablemente para Taehyung la vida no es siempre de color rosa y lo supo cuando una mañana, varios meses después de la llegada del minino, despertó en su cómoda cama, extrañado de no tener al minino durmiendo en su cara, al parecer a Suga le encantaba dormir allí.

—Pero que demo.... —murmuró cuando sintió algo peludo rodeando su pierna.

Alzó la cobija y soltó un grito poco masculino cuando vio una larga cola envolviéndolo posesivamente.

—¡Por la puta madre! —gritó, corriendo lejos de lo que sea que hubiera en su cama.

Pudo ver como aquella cosa se sentaba, la cobija lo cubría por completo, unas pequeñas orejitas de gato relucieron detrás de esta, moviéndose de un lado a otro, pronto se juntaron unos delgados brazos y se escuchó un bostezo, antes que la extraña figura soltara un gruñido y saliera de su pequeño escondite.

—Y ahora, ¿por qué mierda gritas, humano estúpido?. —habló el desconocido, no siendo consciente del estado de shock en el que Taehyung había entrado.

—¿Qué putas eres? —murmuró el moreno, a punto de tener un infarto—

Más el desconocido le ignoró, tomando su larga cola entre sus manos y acariciándola.

—Deja de preguntar estupideces y ven y acaríciame mis orejas, tonto. —exigió, con un puchero muy adorable.

Más Taehyung aún no podía hilar una frase o un simple pensamiento, temblando de pies a cabeza al ver las orejas y cola del aún desconocido.

Con la poca cordura que le quedaba dio unos pasitos, acercándose a la cama, para seguidamente acariciar al desconocido quien empezó a ronronear, dicha acción le hizo recordar que faltaba una cosa.

—¡SUGA! ¿Dónde está? ¿Dónde está mi gato?—soltó de repente, moviendo su cabeza de lado a lado, buscando al minino, al no encontrarlo casi quiso llorar.

—Sabía que eras medio pendejo, pero no creí que tanto. —comentó el extraño.

—Y ahora de que demonios ha....

El desconocido no lo dejó terminar, no cuando con una malévola sonrisa en el rostro y frente a los ojos de Taehyung se convirtió en un gato, en su gato, su lindo Suga, y en un parpadeo ya era un humano otra vez.

El chillido de Taehyung se escuchó en todo el edificio.

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Me gustó ñam ñam

¡Gracias por soportar a esta escritora con muchas inseguridades!