3-Menuda mañanita

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-¡¡¡¡¡¡¡¡DESPIERTA!!!!!!!!

¡¡Me cago en todo!!

Al escuchar tal grito abro los ojos de golpe y me caigo de la cama notando un dolor infernal en el culo.

Miro para arriba y veo al idiota más grande del mundo con un megáfono que ha usado para despertarme y encima se está riendo, se está riendo de mí.

-Que pringada- logra decir entre tanta risa.

-¡Idiota! ¡Tenía la alarma puesta! ¿Por qué coño me despiertas tú? ¡Gilipollas! ¡Son las putas siete de la puta mañana de la puta mierda! ¡Yo no me levanto hasta y media! ¡Joder!

Yo no tengo muy buen despertar como veréis pero es que si encima me levantan antes de lo previsto, con un megáfono y para rematar me despierta él, pues ya esta todo mi día jodido.

-Wow, calmate preciosa- dice chulito-. Como te has puesto- se vuelve a reir.

Anda para atrás con la mano en la boca ocultando su risa. Le tiro cualquier cosa que tengo a huevo para espantarle solo que tiene muy buenos reflejos y lo esquiva todo, lo bueno es que se larga.

Cojo mi almohada y ahogo un grito de enfado y desesperación en ella. No voy a poder soportar nueve meses con esto. Como todas las mañanas sean así voy a tener que tomar medidas extremas. ¿Dónde puedo esconder un cadáver para que nadie lo encuentre?

Cierro la puerta para vestirme con unos pantalones verde militar, una camiseta ajustada blanca, un jersej blanco de lana y unas botas negras de militar. Me quito el pantalón y justo cuando se me engancha la camiseta del pijama en la cabeza entra alguien.

-¿Cual pega más esta o esta... Hostiás- mierda, mierda, mierda.

Pego un chillido.

-¡Fuera!- grito volviendo a colocar mi camiseta como estaba y tirando de ella para abajo para tapar mi braga rosa con conejitos negros.

Veo una cara de asombro nunca vista en Liam y también veo mis ganas de morir. En las manos lleva una chaqueta de cuero negra y una chaqueta azul oscura de Abercrombie, ambas muy bonitas he de admitir. Pero a nadie le importas sus puñeteras chaquetas.

Ahora volvamos a lo importante...¡Liam Hamilton me ha visto en ropa interior! ¡En bragas y sujetador de conejos!

-¡¿Esque no sabes llamar a la puerta cacho idiota?!- le regaño.

-¡Y yo que sabía que eras tan retrasada que no ibas a cerrar con pestillo si te vestías!- se defiende aún con cara de shok.

-Ag, ¿no sabes simplemente pedir perdón y largarte?- me estoy estresando.

-Se me da mejor meterme contigo. Además tengo un grave problema...¿cual te gusta más?- Me vuelve a enseñar las chaquetas.

¿Después de todo esto lo único que se le ocurre decir es que qué sudadera le pega más? Me han metido a un loco, follador de Barbies y bipolar en casa. Definitívamente Dios me odia.

-Fuera de mi cuarto, ya- le empujo para que salga pero es imposible, es mil veces más fuerte que yo- además todas te quedan mal- miento.

A este chico todo le queda bien, como si se pone un gorro de Hellow Kity, estaría adorable y sexi. Y para colmo lo pondría de moda.

-Entiendo... La de cuero entonces. Hace que las tias os derritáis y me da un toque malote- dice de broma.

Empieza a poner caras y gestos de malote.

Cojo un peluche de un pajaro con los ojos gigantes de mi cama y se lo lanzo. No le da porque sale del cuarto y se esconde tras el marco de la puerta.

El PlayBoy es el niñero de mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora