Boyfriends? ♡ | JUNSANG

ઇ SIETE ଓ

Eunsang y Junho se encontraban acostados en la cama de dos plazas del primer mencionado, y tal como lo prometió el castaño, Eunsang se encontraba recostado en su pecho, mientras que Junho lo tenía rodeado con sus brazos, acariciando con una de sus manos la suave piel del rostro del pelinegro, apreciando las facciones tranquilas de este, dándose cuenta que ya había caído dormido cuando su respiración se había vuelto sumamente tranquila.

Eran alrededor de la 1 a.m, pero Junho no podía dormirse aún, no cuando tenía a la persona de la que estaba enamorado al lado suyo. De cierta forma siempre lo tenía al lado, porque Eunsang era como un chicle que permanecía pegado a él todo el tiempo, y eso le encantaba, demasiado. Se había vuelto una costumbre tenerlo cerca suyo a toda hora, todo el tiempo, y de cierta forma le preocupaba, porque no quería depender del pelinegro y tampoco quería que su bebé dependiera de él.

No es como si fueran a separarse o algo así, no estaba en sus planes y tampoco iba a permitir que eso pasara, simplemente no quería que dependieran el uno del otro. Pero eso era imposible.

Sintió a Eunsang removerse sobre él, buscando posicionarse más cómodamente. La manito del pelinegro se posicionó en el pecho del mayor, cerca de su propio rostro. Adorable. Mientras que una de sus piernas se flexionó, pasando por encima de las piernas de Junho, quedando así casi totalmente encima suyo, casi.

Junho afianzó el agarre que tenía en la cintura del menor y empezó a acariciar su espalda por debajo de su pijama, escuchando al pelinegro ronronear entre sus sueños por los mimos que recibía.

—Eres tan hermoso, mi vida —susurró Junho, mirando las facciones tan bonitas de su mejor amigo, dejándole un beso en la frente. Vio a Eunsang sonreír un poco entre sueños y balbucear, entonces, notó que el menor empezó a abrir sus párpados lentamente.

—Hoonie... —llamó, aún adormilado— ¿Por qué no duermes, mhm? —preguntó, removiéndose hasta quedar cara a cara con el castaño, aún sobre su pecho.

Junho no pudo evitar darle un besito en la frente, acariciando su mejilla con sus nudillos.

—No tengo sueño, además, estaba admirando tu belleza —admitió sin pena.

—Mhm... —sonrió el más pequeño— Me gusta dormir así, Hoonie. No tengo frío ahora —se acurrucó nuevamente en el mayor, abrazándolo en el proceso y dejando su cabecita relajada nuevamente en el pecho de Junho, dedicándose a hacer dibujos imaginarios en el pecho del castaño.

—Tampoco tengo frío —murmuró el mayor, afianzando nuevamente el agarre que tenía en la espalda del menor, apegándolo más a él— Es porque estás conmigo —sonrió. 

Eunsang sonrió de igual manera, observando a su propia mano trazar líneas invisibles.

—¿No puedes quedarte a vivir aquí conmigo? —preguntó el pelinegro, acercándose más al cuerpo de su mejor amigo.

—En dos años más, viviremos juntos —recordó sonriendo, mientras acariciaba la cintura del menor.

—¿Y dormiremos así? —preguntó Eunsang, levantando la cabeza, mirando al mayor expectante a su respuesta.

—Sí. Obviamente —afirmó Junho, dejándole un besito en la nariz, haciendo sonreír a Eunsang, quién se recostó nuevamente después de eso, y ambos se dispusieron a dormir, abrazados y calentitos, compartiendo la calidez de sus cuerpos al estar tan cerca del otro.

Y es que ellos, aún así, no sabían que estaban actuando como pareja, y una muy adorable.