--no paso mucho tiempo hasta que me quede dormido… pero me levante temprano MUY temprano porque nadie estaba levantado en la casa y creo que había comenzado a nevar pero no me importo y salí al patio trasero con una manta cubriendo mi cuerpo y me senté en una de las sillas mirando hacia el amanecer, el sol apenas comenzaba a salir y la neblina cubría el lago era perfecto claro si estabas enamorado cosa que no estoy pero creo estoy en camino pero es obvio que tengo que detenerme porque sé que ella no lo hará, todo el mundo me lo ha dicho y creo que es hora de convencerme a mí mismo. Estaba atontado pensando algo y a la vez nada cuando escuche la puerta abrirse, realmente no voltee a ver quién era pero rápidamente sentí un cuerpo sobre mi espalda y un rico olor a duraznos y vainilla que llenaban las fosas nasales pero de tan solo pensar a quien pertenecía ese olor me invadía una tristeza que jamás había sentido—
Tamara: hola ¿te caíste de la cama?—dijo envolviéndose en una manta que ella tenía y sentándose a un lado mío—
Zayn: algo así—dije tratando de sonar animado--¿y tú?
Tamara: estaba saliendo de mi habitación cuando escuche que cerraron la puerta y pues fui al baño y luego a poner la cafetera pero aun no entraban así que decidí salir y mira lo que me encontré—dijo riendo un poco—pero… ¿no tienes frio?—pregunto tiritando un poco—
Zayn: realmente no había pensado en eso—dije volteando a mirarla, se miraba muy bonita—
Tamara: ¿quieres una taza de café? Ya debe estar listo—dijo levantándose—
Zayn: en un momento entro—dije regresando mi mirada al lago—
Tamara: no, yo creo que es mejor aquí afuera—dijo inhalando todos los olores que pasaban por el lago—se respira mejor así que ahora regreso—dijo y entro—
Zayn: ¿Por qué?—pregunte bajito, ahora si no había duda de que si bien no estaba locamente enamorado si sentía cosas por ella y eso no me gustaba mucho—
--espere un rato y ella salió con una tetera y en la bandeja había dos tazas y lo que parecía azúcar y leche para café—
Tamara: aquí esta—dijo dándome una taza y luego sirviendo el café—
Zayn: gracias—dije cuando acabo de servirlo… pasaron unos minutos donde solamente nos dedicábamos a observar el amanecer y tomar el café y de repente ella hizo algo que hacía que mi piel se pusiera chinita pues recargo su cabeza en mi hombro—
Tamara: no sabes lo bien que lo estoy pasando—guardo silencio y luego suspiro—gracias—dijo sonriendo, no la miraba pero lo podía sentir—muchas gracias de verdad, apenas y llevo un día aquí y me siento tan bien recibida como no lo he hecho en años—dijo y luego se quitó de mi hombro—pero bueno, tu madre dice que nos metamos si no nos congelaremos—dijo riendo y dándome la mano—ándale sexy levántate y vámonos a dentro—yo no pude ahogar una carcajada y luego ella me siguió—
Zayn: ok, sexy vámonos a dentro—dije y luego entramos—
