Parte 4 (cuatro) : " Veia por ella, pero yo era el ciego"

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Era viernes otra vez, creo que ese fue nuestro dia siempre. Ese día había una presentación, estaba con mi madre esperando a ver a mi hermana. Por lo que había entendido iban casi al final, asique había que esperar. 

 Les mentiría si les digo que no pensé en ella estos dos días, le pregunté a Daysi sobre ella. Y fue la primera vez que agradecí que sea tan curiosa

-Es muy misteriosa, dicen que es la ahijada de la dueña de la academia. Por eso siempre está sola, pero la verdad no lo se. Tal vez tiene algún pacto satánico con Madam Camille, o tal vez...- 

-Tus suposiciones son bastante extrañas, Daysi. Debe ser la ahijada.- 

-Si, tienes razon. ¿De dónde la conoces?- ella ya estaba haciéndome ojitos

-Solo la ví y me intrigó, nada de tu incumbencia, enana- 

Daysi me saco la lengua y se fue a su habitación después de eso. 

Luego de cuatro o cinco coreografias paso Daysi, estuvo perfecta, como siempre. Pero luego vino la imperfeccion mas perfecta que pude haber visto. Se anunció a "Madam Venus" y en ese instante lo demás se borro y solo pude verla bailar como un ángel.

 Tenía determinación y lo más importante, pasión. Se notaba que su mejor forma de expresarse era bailando. Cuándo me dijo que no sabía quién era tendría que haberle dicho la verdad. Bailarina, eso era, nunca nadie bailó ni bailará como ella. Y pobres de los que no pudieron verla, porque ni en sus sueños lo van a lograr igualar. 

 En la salida la volví a encontrar. Otra de sus particularidades era escapar de la gente y estar sola, a pesar que nunca entendí cómo pudo andar sola sin pasarle nada, cada dia me sorprendió más. 

-¡Venus!- grité

Ella se dió vuelta y cuando llegué dijo

-Hola, Tad ¿Qué haces aquí?- 

-Vine a ver a mi hermana, estuviste estupenda.-

Sonrió como solo ella podía -Gracias ¿Quieres ir a la plaza? Solo tengo que pasar por Dylan- 

-Claro, solo dejame decirle a mi madre- 

 Cuando estábamos en la plaza, fue mi turno de preguntar.

-¿Cuántos años tienes?- 

- Veintidós, tú?- 

- Veinte- 

Luego de un silencio me animé a seguir preguntando. 

-¿Vives sola?- 

-Si no te conociera creería que me quieres secuestrar- dijo riendo- No, vivo con mi tia. Mi madre murio cuando tenia 15- Su rostro apunto dónde yo estaba - ¿Naciste viendo?- 

-¿Qué?- 

- Asi me preguntas si yo también y se te va la curiosidad, la puedo sentir desde aquí- dijo sonriendo

- Si, nací viendo. ¿Tú?- 

- También, a mis tres años me caí de un columpio y no ví nada más. No recuerdo mucho si te soy sincera- 

-¿Qué recuerdas?- 

- Los ojos de mi madre y los videos de bailarinas que veía.- luego de un corto silencio frunció el ceño- No quiero que sientas lastima. Creo que perder la visión me hizo darme cuenta de otras cosas- 

- Lo entiendo, si quieres alguien que vea por tí, aquí estoy.- 

- Y yo voy a mirar lo que tú no, por tí-. 

No me di cuenta. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora