Luego de eso no nos vimos durante una semana. Lo normal, eramos desconocidos y solo la podía ver en la academia de Daysi. Era viernes otra vez, quise ir a buscar a mi hermana el lunes para poder verla. Pero tenía trabajo y no pude, asique me rendí a solo poder verla los viernes.
Podría decirles que vague por el pasillo, pero la verdad fui muy seguro hasta donde había estado la semana pasada, apenas llegué ella estaba bailando y me quedé viéndola igual de impresionado que la vez pasada. Era lo más cercano al cielo que iba a estar, no me interesaba los coros de ángeles solo quería verla bailar. Apenas terminó, habló
- Hola Tadeo, te dije que me avises-
Estaba confundido, ¿Cómo me reconoció?
- Ho-hola, lo siento. No quería molestarte- paré un segundo mientras ella buscaba una botella de agua tanteando el piso
- ¿Cómo...-
- Tu perfume - encontró la botella y tomó un trago - Es extraño, es decir, suelo reconocer olores. Pero tu perfume es muy fácil-
-¿Gracias? No estoy seguro si eso fue un cumplido-
- En realidad no, pero de nada- ambos sonreímos y oh dios. Era aún más preciosa sonriendo.
- ¿Te volviste a perder?- pregunto sarcástica.
Mis mejillas estaban definitivamente rojas - Em.. en realidad no... Pero es que me gusta como bailas... Es muy... Eres muy buena- solté, nervioso.
- Gracias - sonrió genuinamente.
- De nada- le seguí la sonrisa- creo que ya tendría que ir por mi hermana-
-Claro, no la hagas esperar- Soltó una leve risa.
Tomé toda la confianza que pude y largue un claro -Nos vemos el miércoles?-
Solo un segundo después me di cuenta del verbo, Vemos ¿Es en serio Tadeo? -oh soy un estúpido, lo siento es decir nos...-
- ¿Nos escuchamos el miércoles? - respondió sonriendo.
- Claro - mi sonrisa no cabía en mi cara - si, si. Seguro, a que hora puedes? Y dónde obvio- me reí nerviosamente.
- Solo... Ven aquí el miércoles- ella respondió llendose de nuevo al vestidor. Y me quedé ahí, creo que nunca me acostumbre a su forma de despedirse. Nunca supo cómo hacerlo.
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No me di cuenta.
Romance- Mi madre me decía que las estrellas eran como la risa de quien amas. Como un poco de esperanza entre el dolor, eso sentí cuando ella reía cuando se estaba yendo. Pero no creo sentir lo mismo contigo. - - ¿Por qué? - - No eres un poco de esperanz...