第九章

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ya no habían excusas para ninguno. la batidora se resbaló de sus manos y los manchó a los dos de aquella mezcla, haciéndolos separarse al instante.

"los labios de eunsang siguen igual de esponjosos que antes" pensó minhee, dando un paso hacia atrás para limpiar el desastre que habían hecho. eunsang, también callado, tomó un trapo y limpió el lugar en donde estaban. no podía sacarse de la cabeza el momento donde minhee se hizo pequeño y dejó que lo besara. se sentía el hombre más afortunado del planeta.

— ¿ya sabes cómo hacerlo, verdad? — preguntó eunsang cuando dejaron todo acomodado. él tenía que encender el horno.

¿minhee debería armarse de valor y decir lo que su corazón le ordenaba, o debía seguia actuando como un niño de diez años, jugando con el corazón de eunsang?

— sí, entendi. — respondió minhee, llevándose una sonrisa tímida como respuesta. — pero se sintió muy bien que tu mano estuviera encima de la mía.

minhee llevó los pastelillos en una bandeja, hacia su habitación. allí estaba eunsang esperando con las chocolatadas y sentado en unos puffs enormes. el pelinegro encendió la televisión del cuarto y apagaron las luces, su tarde improvisada como mejores amigos cada vez se ponía mejor.

eunsang hacía de cuenta que prestaba atención a la pantalla, pero no podía olvidar cuando minhee le pidió que volviera a ayudarlo solo para sentir su mano. sonreía como un bobo enamorado, mientras minhee se dedicaba a apreciar su perfil.

lee tomó un cupcake y le sacó el envoltorio, luego dio un mordisco para ver si sabía bien. minhee intentaba descifrar su expresión mientras lo degustaba.

— al menos sirves para cocinar. — dijo eunsang en broma, y segundos después sintió una palmada en su brazo. protestó frotando el lugar impactado.

— te pasa por menospreciar mis cualidades. — se quejó, acomodándose en su asiento y estirando su brazo para tomar uno de sus pastelitos. al probar uno, habló. — ¡este es el sabor de la gloria!

minhee elevó lo restante de su merienda y ambos rieron. luego se lo llevó a la boca y siguió comiéndolo, orgulloso de los resultados.
tomaron sus chocolatadas y siguieron comiendo los más de diez pastelitos restantes, sentían que iban a explotar en cualquier momento.

los restos de su banquete permanecían entre ellos, era todo un desastre y habían migas derramadas en el piso y la alfombra. eunsang se recostó en la cama de minhee mientras el mayor seguía mirando televisión. no quería quedarse dormido, sin embargo..

SOULMATE ✧ MINISANGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora