🌠Último Deseó 🌠

Día 11

Feliz que hay de Feliz en las mañanas, que absurdo decir buenos días cuando en realidad no tienen nada de buenos, que absurda realidad, luego de haber perdido a mi abuela, mi pareja y mi felicidad, ¿Qué hay de bueno en esta vida?, lo feliz y lo contento que vivía se fue todo en el tiempo, al primer insulto de mi familia hacia mi persona. Una palabra lastima más que mil latigazos, si son mal usadas pueden corromper hasta al más simple rufián. Porque somos tan idiotas que buscamos hacer dolor con armas cuando he comprobado que las palabras son incluso más mortales.
Mi paciencia ha sido acabada, no puedo más tengo que desahogarme con algo próximamente, encontrar mi salvación, prometí nunca volver a cortarme ya que se siente bien en el momento pero para sanar duele más que quince infiernos. Pero lo necesito, por más que quiera no puedo contener este maldito sentimiento llamado depresión. Solo unas cuantas no harán daño.

[…]

La sangre corre, aquel rojo precioso que hipnotiza. Aquel carmín corriendo por la piel que logra producir un gran bienestar. Felicidad luego de sufrimiento. La obsesión a cortarme ha sido más grande que antes ya que no sé cómo vivir, sentir un sentimiento tan inefable ha hecho que me hunda en un abismo de los más profundo.
Ninguno de mis amigos vino a consolarme. La pérdida duele más si es de algo que amas demasiado.

Llorar es de débiles, bueno eso me han dicho. Me siento basura, soy basura, un lápiz vale más que mi mísera vida. No me comparo, pero sí, cualquier cosa en este mundo vale más que mi miserable vida.

-¡Hola Freddy! ¿Qué tal te ha ido?

-¡Bien!, gracias por preguntar.