ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ sᴇɪs

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Más tarde Jungeun ya había llegado al lugar de encuentro, un restaurante en el hotel favorito de su padre, lugar bastante prestigioso al cual sólo cierto tipos de personas podían entrar. La castaña bajó de su automóvil junto con su hermana mayor entregándole las llaves al Botón de la entrada para que lo estacionara.

Ambas con miradas cómplices entraron al lugar, Haseul y Jungeun habían hecho planes y jugadas a las espaldas de sus socios pero tenían sus razones y si era posible preferían no sacarlas a la luz esa noche.

—Recuerda, tú tienes el control de la situación.— Fue lo último que dijo Haseul antes de ser guiadas por la recepcionista hasta un salón privado en donde se daría lugar a la reunión. Fuera de este esperaba Yerim con su usual apariencia calmada y encantadora, a su lado la mano derecha de Haseul, la señorita Kahei, una mujer preciosa e imponente, ella junto con la hermana de Jungeun hacían una dupla perfecta a su parecer.

Probablemente muchas cosas serían dichas esa noche, para la mayoría estaba preparada pero para otras no, sabía perfectamente que eso le jugaría en contra pero si lo manejaba bien sería una victoria para ella y Haseul, una jugada perfecta que nadie se esperaría.

—Buenas noches a todos, lamentamos la tardanza de nuestra llegada.— Jungeun hizo una prolija reverencia, seguida de su hermana y sus compañeras.

—Una reunión en una noche de domingo no me parece muy adecuado.— habló con ironía uno de los accionistas, él y tres personas más administraban los ingresos de la empresa pero las hermanas tenían planeado acabar con eso.

—Si se quiere quejar señor Kang, puede hacerlo con mi padre, después de todo eso es lo han estado haciendo últimamente.— Dijo la castaña logrando que el hombre se hundiera en su asiento con la mirada baja. Cuando Jungeun ascendiera al puesto de su padre, Haseul se ocuparía de las finanzas totales lo que llevaría a que esas cuatro e inmundas personas dejaran de manipular el dinero a su antojo, por supuesto que eso a ellos no les convenía, por eso apelaron a una reunión justo cuando el jefe no estuviera disponible porque creyeron que sería más fácil manipular a las dos jóvenes, se encontraban bastante equivocados.

—¿Ya están todos?— preguntó Haseul al ver que los demás comenzaban a tomar asiento.

—Me temo que faltamos nosotros.— Anunció Son Hyejoo al entrar, acompañada de su padre (quién le había heredado su puesto) y obviamente de su querida Park Chaewon. Jungeun estaba segura de que poniendo algunas de sus cartas sobre la mesa lograría la atención y ayuda de los socios de la compañía, aunque todo dependía si a la pareja de Son le parecía correcto, si era así aquella mujer se convertiría en su mayor ayuda para deshacerse de todos los intrusos de ambos lados y lograr grandes proyectos de los cuales algunos se encontraban a un paso de ser realizados.

—Es un gusto que hayan podido venir.— Jungeun saludó cordialmente y otra vez hizo una reverencia, en comparación a los otros que en un intento de besar las manos de Chaewon y Hyejoo se llevaron una mirada de repulsión de su parte, Son detestaba el contacto físico con desconocidos y las hermanas estaban al tanto.

—En breves la cena será servida.— habló uno de los meseros del restaurante y el resto de personas comenzaron a tomar asiento, en una punta de la mesa se encontraba Jungeun con Yerim y Haseul a sus lados, seguida de esta estaba Kahei. En medio de la mesa se encontraban los inversionistas y ejecutivos y al otro lado Son Hyejoo con su esposa y su padre.

—Mi padre organizó esta reunión para atender a sus demandas, me gustaría escucharlas para ver qué podemos hacer y que todos seamos felices.— Jungeun bebió del vino que le fue servido, internamente puso mala cara, no le gustaba esa bebida pero era lo único que podía saciar su interminable sed en ese momento.

𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝘂𝗽 𝗮𝗻𝗱 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗯𝗮𝗰𝗸 ๑ 𝗹𝗶𝗽𝘀𝗼𝘂𝗹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora