ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴏᴄʜᴏ

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Seúl - Corea, hace cuatro años.

—¿Jungeun?— Jinsoul se sorprendió al sentir los brazos de Jungeun rodear su cuerpo aferrándose fuertemente a ella, pasaron unos cuantos minutos antes de que el abrazo se rompiera y luego de eso la castaña hizo que ambas se sentaran frente a frente —¿Qué sucede cariño?— Jinsoul se encontraba confundida, ambas se miraban a los ojos y mientras una tenía una mirada reconfortante la otra tenía una mirada perdida.

—¿Por qué no me has contado que te irás a Canadá?— preguntó con leve dolor en sus palabras.

—¿Cómo te enteraste de eso?— se supone que nadie lo sabía.

—No importa cómo lo supe, sólo quiero saber por qué no has querido decirme.

—Ni siquiera yo lo tengo claro Jungeun, no quiero dejarte y si me voy probablemente no regrese.— Volver a escuchar esas palabras para Jungeun eran como una estaca en el corazón, antes de buscar a Jinsoul para hablar del tema estuvo un largo tiempo debatiendo en sobre qué hacer y llegó a la conclusión de que no debía ser egoísta por más que le doliera.

—Escucha Jinsoul.— la castaña acunó las manos de Jinsoul entre las suyas y las apretó suavemente —No puedes desperdiciar tu vida, tu futuro y tus sueños por mi, no puedes. Te están dando una gran oportunidad para cumplir con lo que más anhelas, si el precio es dejar todo lo que tenemos entonces lo aceptaré, pero no permitiré que arruines tu vida por mí.— Ambas lloraban en silencio, ninguna de las dos quería, se estaban separando a la fuerza, era doloroso y cruel pero no existía otra opción.

—¿Me dejarás ir así sin más? ¿Por qué no estás enojada? te prometí que ambas estaríamos juntas en los peores momentos Jungeun, soy un desastre.— Jungeun suspiró y con calma comenzó a quitar las lágrimas del rostro de Jinsoul.

—Eres lo que más amo y lo mejor que me ha pasado en la vida y dudo que eso cambie algún día, además ya has cumplido con tu promesa Soul y lo has hecho más que bien, tampoco eres un desastre, eres grandiosa, por favor nunca lo olvides.— ese era el final de su relación, un primer amor que jamás sería reemplazado. Se despidieron de la forma más dolorosa del mundo: con un beso el cual decía tanto y nada a la vez, un beso el cual hizo cuestionar si aquello era correcto, que tal vez la mejor idea pudo haber sido huír y continuar juntas.



Seúl - Corea, presente.

—¿Y bien? ¿Me dirás quién era aquella chica?— la última reunión del día fue realizada con éxito y ahora poseían un terreno exclusivo el cual costaría mucho trabajo. Por otra parte Jungeun sabía perfectamente a qué chica se refería Yerim.

—Una amiga, creo habertelo dicho.— murmuró mientras ingresaba a su oficina seguida de su secretaria —¿Por qué tanta curiosidad?— Jungeun pensó que podría responder su duda ya que aún quedaba tiempo para su cita con Sera.

—Nunca te he visto charlando con alguien que no fuera un cliente, y jamás has llevado a una chica en tu auto que no fuera tu hermana, es normal que sienta curiosidad, además recuerdo haberte oído decir "una buena amiga" eso me deja sospechas.— Yerim no estaba interesada en su jefa, para nada, pero sí cabe recalcar que le parecía sumamente atractiva y si llegase a tener una mínima oportunidad la aprovecharía aunque tenía claro que eso era casi imposible.

—Es mi ex, la única que he tenido en mis veintitrés años de vida, le tengo bastante aprecio y bueno, sólo eso.— esa confesión sorprendió a la menor, ¿su ex? ¿aquella chica sin gracia? ¿cómo era posible? había que admitir que le parecía linda pero no lo suficiente como para que Jungeun le gustase tanto. al final Yerim terminó restándole importancia, su opinión en esas cosas no eran válidas.

𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝘂𝗽 𝗮𝗻𝗱 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗯𝗮𝗰𝗸 ๑ 𝗹𝗶𝗽𝘀𝗼𝘂𝗹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora