Robert y Yani observaban desde unos metros aun jadeantes su sorprendente victoria. Solo a unos metros, unos mínimos pasos, se encontraban los inmensos charcos de sangre que lo probaban, cada uno de los sirvientes de casa Aram yacían sobre el suelo empapados de su propia sangre. Robert había hecho un fascinante uso de la espada negra a los ojos de aquellos que aun poseían vida, los suyos.
En el piso, aun con algo de vida esperaba por su muerte el casi difunto Duque Aram, sus ojos anteriormente rojos por la posesión habían vuelto a la normalidad, ya no había oportunidad. También, en aquellos ojos ya no había ira, no le quedaba energía alguna para tenerla, creyó no poder mover sus extremidades sin darse cuenta incluso que un par de ellas ya no estaban. Aceptó que era su fin.
–Duque –pronunció la hija de los Nolan acercándose a su cuerpo. Robert a unos cuantos pasos detrás de ella.
De alguna manera su rostro no estaba feliz, el rostro de la futura reina mostraba paz, Yanice Nolan, la que tanto había amado en vida, la que despertó en él tal deseo de poder ahora se encontraba aliviada por su muerte. ¡Pero qué clase de ente trastornado se había apoderado de él para que... la mujer que amaba sintiera paz por su muerte!
–Deseo que encuentres paz en tu próxima vida, Ain –con estas últimas palabras Ain Criszaint Aram perdió la vida.
Las injusticias del ducado Aram habían terminado.
Con tal línea y con prisa marcaban el final del villano, de aquel que habían confinado bajo el papel del villano y también uno de mis personajes favoritos. Era una novela reciente, bastante accesible de precio, atractiva, con buenos personajes pero ahora sabía que el final era terrible, terrible debido a aquella muerte tan trágica. Quizá muchos habíamos simpatizado con Ain en esta novela, huérfano de madre, único posible heredero al ducado, con un padre que poco se interesaba en él y una madrastra que se dedicó a trastornarlo día con día.
Conociendo a Yanice, puedo decir que era la perfecta protagonista, sonriente, caritativa, humilde, cegándolo de amor, cometiendo actos contundentes solo por su bien y al final... Yanice había elegido a Robert, el príncipe heredero. Yanice no era muy inteligente cuando de amor se trataba. En absoluto.
Yo sentía cierta sensibilidad hacia la historia de Ain, cada noche me hacía derramar lágrimas con cada página en la que aparecía, era un sentimiento extraño.
<<Será porque es la muerte de otro de mis personajes favoritos>>
Aunque se sentía diferente.
El reloj ya marcaba las tres de la mañana, tenía cosas que hacer al día siguiente, aunque no temprano, yo tenía que dormir. Abrí mi cajón y aun pensando en Ain tomé lo que parecía ser la última de mis pastillas para dormir.
<<Desearía cambiarlo>>
Pensé lo último sin tomar en cuenta cuanta sorpresa tendría al día siguiente.
La cama se sentía inusual, inusualmente cómoda.
<<Será otro día. Puedo posponer esta cita>>
–Señorita –susurró –señorita.
La señorita claramente nunca contestó.
–Señorita, tiene una reunión oficial el día de hoy.
La señorita seguía sin contestar, estaba prestando mucha atención a la exquisita comodidad de esa deliciosa cama.
<<¿Jazmin?>>
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¿Qué le hice al villano?
RomanceAriadne es fanática de "Espinas en el jardín" una novela romántica que sigue capitulo por capitulo, cuando su personaje favorito y villano, Ain Criszaint Aram, es asesinado va a dormir con el único pensamiento de poder cambiar el destino de éste. ...