32- Los Mejores Momentos

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Pasáron varios meses desde que Zoro le había pedido matrimonio a (T/N). Para ser concretos, siete meses.

La peli-(c/c) estába entusiasmada, dentro de unas semánas sería madre. Algúnas veces había ido al ginecólogo para sus consultas.

Aunque el bebé nunca mostró su género, por lo cual, la pareja dudába sobre que nombres ponerle si era niña, o niño.

--¿Que te parece Zoro?-- Propúso la oji-(c/o).

--¿Broméas? Que poca originalidad tienes.-- El peliverde negó con la cabeza. --Pónle Doflamingo.

--Oye, que es posible que sea niña.

--(T/N).-- La jóven alzó la miráda.

--¿Qué pasó?

--Que le póngas (T/N).

--¿Y yo soy la poco original?-- Se quejó la chica.

--¿Entonces que nombre quiéres que le pongámos?-- El chico empezába a desesperarse.

(T/N) dudó por unos segúndos.

--T-Te... te parece... ¿(N/A)? Bueno, si es niña.

--¿(N/A)? ¿De dónde sacas ese nombre?

--Se me vino a la cabeza, idiota. ¿Te parece o no?

--No suena tan mal... pero... ¿Si es niño?

--Me gústa el nombre (N/O), ¿que te parece? Es un lindo nombre.

--Bien.-- Musitó Zoro.

--¡Bien!-- La peli-(c/c) besó los labios del jóven. Introdújo atrevidamente su lengua a la cavidad bucal del peliverde, sorprendiéndolo. Se separáron y ambos se sonrojáron. --Lo siento.

--No pása nada.-- Sonrió el peliverde. --Me gústa tus propuestas para los nombres.

La oji-(c/o) besó rápidamente los labios de Zoro. Sonrió ladinamente.

--Bien, mi papá vendrá dentro de unos minútos. Vamos.

Semánas después...

Ya se había decidido. Cuando (T/N) se recuperáse del parto con el o la bebé, iba a ser su boda.

Y ahí estába ella, la peli-(c/c) estába en una camilla.

E inevitablemente, algo nerviosa.

Era de noche, y dentro de unos minútos, nacería su hijo/hija.

Mientras tanto, un pequeño grupo de personas estaba en la sala de espera. Algo nerviosos por el parto de su amiga, familiar y prometida.

Sobre todo dos personas; Doflamingo y Zoro.

El rubio estába sumido en sus pensamientos, aquel momento le recordába al nacimiento de su propia hija. Tenía miedo de que le pasáse lo mismo a la oji-(c/o).

Y Zoro, no parába de caminar de un lado a otro, algo desesperado y observándo a la puerta de la habitación en la cual estába (T/N).

Hasta que el mundo se detúvo al escuchar cierto llanto.

Un médico salió de la habitación, con una sonrisa en los labios.

--C-... ¿Cómo está mi hija, doctor?-- Preguntó el mayor, preocupado.

--La señorita (T/N) está descansando. Tanto ella, como el bebé, están perfectamente sanos y fuera de peligro.-- Explicó el médico.

Quédate a mi Lado (Zoro x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora