POTTER ✔︎ (Draco Malfoy)

11 años

Narrador

Emma y Harry, habían crecido, cada uno por su lado.

Emma por un lado, se había criado con su padrino, ahora era una pequeña niña que estaba pronta a cumplir sus once años, tenía el pelo azabache de su padre, aunque mucho más controlado, y sus ojos eran verde esmeralda, su nariz se adornaba con pequeñas pecas, Emma era una mezcla entre su madre y su padre.

Mientras Harry, se había criado con sus tíos, que no lo trataban muy bien, sin embargo él era una perfecta copia de su padre, salvo por los ojos, verde esmeralda de su madre.

(...)

- es hoy, es hoy - saltaba Emma de emoción por toda la casa.

- hoy cumples once años, pero no tienes que derrumbar la casa Emma - le dijo su padrino con una sonrisa.

Severus Snape, no era la persona más cariñosa del planeta, pero la pequeña niña lograba, sacarle sonrisas y hasta carcajadas, claro que todo privado, en público, no dejaba de ser cariñoso, pero era una persona mucho más seria e inexpresiva.

- ¿Crees que llegue mi carta? - preguntó más calmada.

- claro, ya has hecho magia. - la tranquilizó su padrino - Hoy vendrán algunas personas a felicitarte. - justo estaba terminando la frase y golpearon la puerta, Snape dio paso a un hombre lleno de cicatrices.

- tío Remus - saltó Emma.

- hola pequeña, feliz cumpleaños - le sonrió dándole un paquete, que a juzgar por su forma, era un libro.

- gracias tío - sonrió la niña - ¿Crees que me llegue mi carta?

- claro Emma - le sonrió desordenandole el cabello.

El día para Emma transcurrió normal, más tarde llegó Mcgonagal, quien se quedó a almorzar y justo después llegó Albus Dumbledore.

- hola pequeña Emma, - la saludó desde la puerta - creo que has estado esperando esto ¿No es así? - el anciano profesor le entregó una carta, que la niña recibió con los ojos brillantes de emoción.

- gracias, gracias, gracias - chillaba la niña.

- ahora somos tus profesores, ya no nos puedes llamar tíos - le guiño el ojo Dumbledore.

- si... Profesor Dumbledore - río Emma.

- Hagrid se disculpa, no pudo venir, está atendiendo un asunto de Hogwarts - dijo tranquilo.

Pronto todos abandonaron la estancia y la noche llegó.

- ya es tarde Emma, hora de dormir - le dijo Snape.

- padrino - dijo Emma subiendo las escaleras.

- ¿Si?

- ¿También tendré que llamarte profesor? - le preguntó.

- no todo el tiempo, pero sí. - le respondió - ve y duerme, mañana iremos por tus cosas para Hogwarts.

Emma subió feliz, ahora estudiaría en Hogwarts, al fin conocería a su hermano, que hasta donde sabía ella, no sabía de su existencia.

Mientras tanto, en otra parte, un delgado chico azabache, con una cicatriz en forma de rayo, paso un cumpleaños poco usual.

- Debes estar emocionado, - dijo el gigante que hace un momento había derribado la puerta - conocer a tu hermana, y entrar a...

- ¿Hermana? - pregunto el niño azabache, confundido - debes estar confundido, yo no tengo una hermana.

- NO LE CONTARON NADA, NI DE HOGWARTS O DE LA MUERTE DE SUS PADRES, ¿PERO NO LE CONTARON QUE TENIA UNA HERMANA? - Hagrid miraba furioso a los tíos muggles de Harry - tu hermana, Emma Potter, ya la conocerás, es muy parecida a ti, y a tu madre, es tu melliza - Harry no se lo podía creer, tenía una hermana.

- el no irá, ni verá a nadie, no pagaré para que le enseñen magia - rugió el tío Vernon.

- un muggle como usted no lo impedirá - rugió también Hagrid.

Luego de explicarle todo, de Hogwarts, de su hermana, y del mundo mágico, Harry y Hagrid se fueron a hacer las respectivas compras.

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