Se miró espejo una vez más antes de salir de casa, lucía su sweater favorito, aquel con huellas de gatito bordadas en las mangas y el cuello, despeino un poco su cabello y sonrió, se veía bastante lindo.
Su profesor de literatura inglesa había cancelado la clase de ese día, por lo que Minho quedó de reunirse con uno de sus compañeros con el que compartía esa clase para empezar con el ensayo del libro que debían hacer en parejas. Milagrosamente había logrado salir de su casa temprano, por lo que podía caminar tranquilamente por las calles de Seúl, también podría haber tomado el autobús, pero realmente no debía ir tan lejos, así que sería un gasto innecesario.
Cuando Changbin le dijo donde se reunirían, Minho no pudo más que sentirse feliz, era la cafetería que quedaba frente a su academia de danza, aquella en donde trabaja el barista serio y guapo, mentiría si dijera que después de saber aquel importante dato no había puesto más empeño en su imagen.
Al acercarse a la familiar fachada del lugar arreglo su ropa y cabello por última vez antes de entrar, lo primero que vio fue a su compañero en una de las mesas cerca a la entrada, el menor no lo había visto todavía, por lo que se permitió dar un vistazo al lugar, no había rastros del chico de cabello negro junto a la máquina de café, de hecho, el café estaba vació, excepto por Changbin, dos o tres clientes más y Minho mismo, se dirigió a la mesa en la que estaba su compañero extrañado por la ausencia de trabajadores.
- Minho Hyung - saludó Changbin cuando notó la presencia del mayor.
- Hola, Changbin, estás muy temprano aquí ¿emocionado por empezar a escribir sobre "cumbres borrascosas"? - bromeó Minho mientras sacaba el libro en cuestión y su agenda de apuntes.
- Oh, a la bibliotecaria no le gustará esto - murmuró el menor mientras tomaba el libro de Minho y lo ojeaba, abriendo los ojos cada vez más observando el montón de post-its que había puesto su hyung por todo el libro.
- No es de la biblioteca, lo compré porque me estaba gustando mucho y así era más cómodo resaltar lo importante -
- Lo importante, claro, porque "He luchado amargamente en la vida desde que oí por última vez tu voz, tienes que perdonarme porque luché solo por ti" es un diálogo super relevante para nuestro ensayo sobre la cronología de la historia - se burló Changbin leyendo una de las frases resaltadas del libro.
- Déjame en paz, ya sabes que soy un romántico, no lo entenderías - Changbin rio mientras disimuladamente le tomaba una foto a la frase para decírsela a su novio luego.
- Buenos días ¿ya saben que van a pedir? - Minho alzó la mirada encontrándose con el barista del otro día, quién al parecer hoy hacia de mesero. Minho le sonrió usando su sonrisa especial, aquella con la que sus amigos decían que nadie sería capaz de negarle nada, pero el chico pelinegro sólo desvió la mirada. Auch ¿acaban de ignorarlo?
- ¿Eres Chan hyung? - la pregunta de Changbin tomó por sorpresa a ambos chicos.
- ¿Si? es decir, si - respondió el mesero, que ahora tenía nombre, entrecerrando sus ojos con una mirada confundida para luego abrirlos de una manera que a Minho le pareció adorable - Oh, debes ser el novio de Jisung.
- Si, dice que lo lamenta mucho y que de verdad está muy enfermo, de otra manera no te dejaría trabajando sólo, hyung - explicaba el menor de los tres mientras buscaba algo en su mochila, mientras Minho y Chan jugaban a mirarse mientras el otro no se daba cuenta, hasta que Minho se dio cuenta de lo que hacían y volvió a reunir valor.
- Yo soy Minho - se presentó tratando de que el nerviosismo que sentía no se notara en su voz.
- Hola Minho, yo soy Chan - respondió el pelinegro seriamente, pero mirando al castaño de una manera que casi lo hace sonrojar.
- Eso dije hace unos minutos- dijo Changbin que había dejado de buscar en su mochila y ahora los miraba a ambos con una sonrisa, extendiéndole al mayor unas hojas - aquí están tus apuntes, hyung, fue fácil encontrar a tu amigo, de hecho, estaba esperándome cuando salí de clase.
- Si, Jisung me dijo en que edificio era tu clase y yo le dije a Jeongin, muchas gracias, Changbin, y dile a Sung que no se preocupe, espero que se mejore pronto - dijo el mayor sonriendo, ahí estaban esos hoyuelos otra vez, Minho se cruzó de brazos lentamente, él quería que Chan le sonriera así - Bueno, debo volver a trabajar ¿qué van a ordenar, chicos?
- Yo sólo quiero un café negro -
- Yo quiero un frapuccino napolitano y una dona de chocolate con relleno también de chocolate - pidió contento el castaño hasta que vio la expresión en los rostros de Chan y Changbin - ¿qué? ¿algún problema con mi pedido?
- A excepción de que vas a tener diabetes si sigues así, ninguno, volveré en un rato con sus pedidos - dijo Chan prácticamente huyendo, no se suponía que le respondiera a los clientes de esa forma, pero a veces era demasiado impulsivo, y la mirada del chico lo ponía muy nervioso, no le gustaba que la gente bonita lo mirara porque se volvía torpe, y aquel castaño, Minho, era de lejos el chico más lindo que había visto en su vida.
Suspiró con desagrado sacando la dona del menor, odiaba las cosas dulces, no las soportaba, le daban mucho dolor de cabeza y ganas de vomitar, mal día para trabajar en una cafetería, pensó riéndose un poco para volver a fruncir el ceño casi de inmediato, debía averiguar qué carajo era un frapuccino napolitano y como se hacía.
