Coffe eyes☕

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Chan estaba nervioso, la cita había salido bien, bastante bien, y después de esa habían tenido varias más, se habían besado un par de veces sin poder evitarlo y Chan cada día estaba más seguro de que Minho le encantaba, por eso lo estaba esperando afuera de la facultad del castaño.

Minho estaba teniendo dificultades con un texto en inglés que al parecer era bastante complejo, por lo que le pidió ayuda a Chan y esa tarde irían juntos a la cafetería para estudiar juntos.

La razón del nerviosismo del pelinegro era que ese día le pediría a Minho que fuera su novio, pero como no estaba acostumbrado a ser romántico sólo se le ocurrió, aprovechando que sus padres ya se habían hecho cargo de la cafetería, pedirle a su mamá que preparara el postre más dulce que encontrara, ya que a pesar de que Minho odiara las bebidas dulces, la historia era diferente con la comida. Tendría que cuidar su alimentación o en cualquier momento iba a tener que llevarlo rodando a todas partes, aunque no le molestaría, sería tierno.

- ¿Por qué sonríes? - la voz del castaño lo sobresaltó, Chan abrió los brazos y Minho no dudó en abrazarlo.

-No me había dado cuenta de que estaba sonriendo- respondió abrazando más fuerte a Minho para impedir que se diera cuenta de lo nervioso que estaba.

- ¿Vamos? - Minho asintió liberándose de sus brazos e inmediatamente entrelazando sus manos antes de empezar a caminar en dirección a la salida.

Todo el camino Chan trató de poner atención a lo que Minho le contaba sobre su clase, pero en realidad estaba demasiado nervioso para eso, pues de repente se había dado cuenta de que probablemente ese día Minho conocería a sus padres, ya que ambos estaban más que emocionados por conocer al chico que tenía a Chan suspirando por toda la casa desde hacía meses.

Al llegar aprovecho que sus padres no estaban a la vista para llevar a Minho rápidamente a una mesa al fondo de la cafetería, que tampoco es que fuera muy grande pero serviría para que Chan pudiera ir por los postres y evitar que sus padres lo avergonzaran antes de que siquiera pudiera pedirle a Minho que fuera su novio.

Pero por supuesto la suerte no estuvo de su lado, y mientras se levantaba asegurándole a Minho que volvería en unos minutos, no se dio cuenta de la presencia que se acercaba a él por detrás hasta que fue demasiado tarde.

-Hijo, llegaste más temprano de lo que pensé- Chan se paralizó completamente mirando a Minho con los ojos muy abiertos mientras el castaño lo miraba confundido por su reacción, sabía que estaba tapando a Minho y probablemente su madre no lo hubiera visto aún- ¿te traigo ya los postres para el muchacho al que le vas a pedir ser tu novio? ¿donde está?

Si, eso era lo que Chan se temía, se volteó lentamente hacia su madre sin atreverse a mirar a Minho, y cuando hizo contacto visual con ella sólo se movió hacia un lado para que viera al castaño.

-Oh- fue lo único que dijo, observó el rostro acongojado de su hijo y luego se retiró, no sin antes mirar una vez más a Minho, su hijo tenía suerte si ese muchacho tan precioso lo aceptaba.

-Eres un bobo- escuchó que decía Minho a sus espaldas, Chan se sentó frente a él y lo miró devastado, al castaño le pareció demasiado tierno.

-Lo sé, todo me sale mal, sólo quería hacer algo bonito por ti pero ni eso puedo- murmuró el pelinegro mirando hacia el suelo. Minho se sentiría mal por él si no fuera por lo hilarante de la situación, sacó un pedazo de papel y se lo tendió a Chan sin dejar de sonreír.

-Este es el texto con el que quería que me ayudaras- Chan tomó la hoja sin terminar de entender ¿por qué estaba Minho hablándole de eso en este momento? - sólo léelo.

Era una hoja de cuaderno doblada, Chan se preguntaba si así tenía Minho todos sus documentos importantes, pero cuando desdobló el papel y leyó lo que estaba escrito, una corta y simple pregunta, sus ojos se iluminaron y Minho tuvo que resistir el impulso de besarlo en ese mismo instante.

-Soy muy cobarde para decirlo así que tuve que escribirlo- dijo el castaño encogiéndose de hombros.

-No puedo creer que sigas mintiendo e inventando estos trucos para conseguir lo que quieres, Minho- lo regañó el mayor, pero Minho conocía ese tono y sabía que Chan estaba más feliz que cualquier cosa.

-Sólo contigo- contestó con un tono juguetón- contesta la pregunta, Chan, me estoy poniendo nervioso.

-Ya sabes que yo te lo iba a preguntar, Minhonnie, pero si necesitas que lo diga lo haré una y mil veces- declaró Chan parándose de su asiento para sentarse junto a Minho y tomar una de las manos del menor entre las suyas- claro que quiero ser tu novio, sería todo un honor para mi. 





Bueno, este es el final, espero que hayan disfrutado está corta historia, la verdad estoy bastante orgullosa de esto, puse todo mi esfuerzo y lo que he ido aprendiendo con la práctica aquí, y pues eso, esperen más minchan de mi parte, gracias por leer, comentar y votar, espero que les haya gustado y los haya hecho sentir algo 💖

Coffee eyes (Minchan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora