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-Es-Espera ae-



Sus ojos tan inocentes me observaban con temor, su cuerpo bajo el mío temblaba completamente lleno de su sudor. Para mí, no existía persona más angelical que pete aquella primera vez. Me costó muchísimo el lograr que cediera, pero al final, después de tanto tiempo, aprovechamos una vez que ambos estábamos solos y entre besos, lo tenía desnudo bajo mi cuerpo, alineando mi miembro a su entrada.

- ¿Qué pasa?

Jadié, necesitaba estar dentro de una vez, quería que pete fuera mío, que me perteneciera su primera vez como absolutamente todas las que vinieran, que esos sonidos ahogados y gemidos sean de mi propiedad, todos para mí y que su cuerpo me recordara como su único dueño, el primero y el último.

-Es-Es que... Es muy grande. -Murmuró, llevando una de sus manos a sus ojos, ambos bajamos la mirada a donde mi erección se presionaba.

-Bebé, ya te lubriqué bien, no te dolió con los dedos ¿No? Todo saldrá bien, lo prometo.

- ¿Lo prometes? ¿En serio? Es que tu... Tu cosa es más enorme y no va entrar... ¡Sé que no va a entrar!

-Te lo prometo, cariño. No dolerá.

Entré en él de una profunda y ruda embestida, dejando que mi miembro obviamente más grueso que mis dedos termine de abrirlo para mí.

Pete gritó, vaya que lo hizo, sus ojos se llenaron de lágrimas y todo su cuerpo se arqueó, quejándose del dolor.

-ae ... Ae due-Duele mucho, saca...

-Tranquilo, tienes... Tienes que respirar hondo.

Y como un animal sin corazón, empecé a moverme a pesar de que él no se había acostumbrado por completo, pete gemía de dolor más que de placer, mientras se aferraba a las telas de la cama y las embestidas se iban haciendo más y más fuertes.

-Aee ... Ae ayu-Ayuda... Duele aee.

Su voz se escuchaba tan ronca, tan rasposa y a la vez tan lasciva para mí; sus preciosos ojos miel me observaban asustados mientras mi cuerpo se movía sobre el suyo.

Quise tomar su mano y entrelazar nuestros dedos, pero no pude, por alguna razón no pude.

-Lo siento, bebé.

-ae... Ae . -Sus gritos empezaron a taladrar mis oídos, sus ojos llorando y su mirada asustada me terminaba de destrozar el alma. - ¡Ayúdame!

☄️☄️☄️☄️☄️☄️☄️☄️☄️☄️☄️☄️☄️☄️

Salté en mi cama hasta que incluso me dolieron mis entumidos músculos, miré a todos lados y no era mi habitación, observé un cuerpo a mi lado pero tampoco se trataba de pete

Recordaba vagamente haberme acostado con la mujer que descansaba a mi lado, así que supuse que todo aquel recuerdo no se trataba más de una pesadilla.

- ¿Qué pasa, guapo?

Escuché la aguda voz de la chica, al parecer mi movimiento en la cama había terminado de despertarla.

-...Nada. No pasa nada. -Llevé mi mano a mis cabellos y los aparté de mi rostro, aún tenía la imagen de pete pidiéndome ayuda con tanta fuerza, su último grito continuaba erizando mi piel.

- ¿Tuviste un mal sueño?

¿Un mal sueño? Quizás fue eso, quizás hasta ahora pete y yo hemos estado viviendo una pesadilla. No has estado pensando bien, mi pequeño pete , pero ¿Sabes? Yo acabo de despertar de ese sueño que vivimos por tres años, tú eres el único que sigue metido en él. Despierta ya.

GOOD FRIENDS (ADAPTACIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora