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Harry metió las manos en los bolsillos del pantalón, sus ojos jade brillaban en la oscuridad, todo estaba tan oscuro como la ropa que llevaba.

—Siento mucho que tu padre esté enfermo.

Louis miró a su enigmático amante. No se habían mirado mucho mientras hacían el amor. No, entonces sólo podían tocarse, besarse.

A sus veintiocho años, solo 3 años más que Louis. Harry era, según las revistas, uno de los alfas más atractivos del mundo. Alto y atlético, de hombros anchos y con unos bíceps como para morirse, llenaba la habitación con su magnética presencia. Tenía la piel bronceada por las horas que pasaba entrenando y jugando al sol y el pelo castaño ondulado, largo y siempre un poco alborotado, que le daba un aspecto juvenil.

Harry se dio la vuelta.

¿Se iba así, sin decir nada más?

Cuando puso la mano en el picaporte, Louis no pudo aguantar.

—¿Te vas? ¿Te marchas después de lo que ha pasado?

Él se volvió, la camisa negra destacando unos hombros imposiblemente anchos.

—¿Qué quieres que haga? Tú mismo le has dicho a tu hermano que no hay nada entre nosotros. Éste ha sido un encuentro casual, ninguno de los dos lo ha buscado. No hay nada entre nosotros y tú lo dejaste bien claro el año pasado... en televisión ni más ni menos. Incluso me acusaste de haberte engañado cuando sabías que no era verdad.

Louis hizo una mueca al recordar la escenita que había creado en el campo del juego. Las revistas habían aprovechado para publicar columnas y fotografías e incluso salieron en televisión. Entonces había salido huyendo en lugar de arriesgarse.

¿Qué haría ahora?

—Nunca puedo controlarme cuando se trata de ti. Y después del día que he tenido hoy...

—¿Qué ha pasado hoy? —le preguntó él.

Que había descubierto que era adoptado.

No podía creer que sus padres hubieran mantenido la adopción en secreto durante veinticinco años. Y seguiría siendo un secreto si no fuera por una conversación entre su padre y Sebastian a la que él había estado, particularmente atento.

Estaban hablando sobre la posibilidad de que su hermano donase sangre, en caso de que su padre necesitara una transfusión urgente. Al principio no había prestado mucha atención porque, debido a su diabetes, Louis no podía donar sangre, pero cuando empezaron a hablar sobre los diferentes tipos sanguíneos en la familia algo llamó su atención... algo muy extraño.

Sebastian no parecía haberse dado cuenta, pero Louis sí y, sorprendido, decidió contratar a un detective privado, con el que se había visto esa misma tarde.

Esa tarde había sabido la verdad.

Nadie más que él lo sabía y quería que siguiera siendo así hasta que hubiera decidido cómo lidiar con esa información. Pero tenía que tomar una decisión porque a su padre, el hombre que lo había adoptado, podría no quedarle mucho tiempo.

Después de saber la verdad sobre su adopción había ido a la sauna desconcertado, sin saber qué hacer. Allí se encontró con Harry y, en ese estado de angustia, hacer el amor con él le había parecido la única manera de olvidar.

Louis tuvo que contener el deseo de empujarlo sobre el banco de nuevo y olvidar sus problemas durante una hora más.

—¿Qué ha pasado, Louis? —insistió él.

Harry era un alfa decidido que nunca se rendía en el campo de golf. Aunque el año anterior se había alejado de Louis a toda prisa, sin escuchar sus disculpas.

—Nosotros no hablamos en serio, ¿recuerdas? Lo nuestro es rápido y sencillo. Y ninguno de los dos necesita otro escándalo. Yo no puedo preocupar a mi padre y tú no puedes poner en peligro tu carrera.

—Pero ya lo he hecho esta noche. Como tú mismo has dicho, no podemos controlarnos cuando estamos juntos —Harry se pasó una mano por el pelo, alborotándolo un poco más sin darse cuenta—. Algo que no ha cambiado en un año, por lo visto.

Louis tuvo que levantar la cara para mirarlo porque le sacaba una cabeza. Sus ojos brillaban con el mismo deseo que debía haber en los suyos y entonces, sin poder evitarlo. Harry lo envolvió en sus brazos y volvió a besarlo. Y Louis se dejó llevar por los recuerdos, intensos recuerdos, del placer que se habían dado el uno al otro el año anterior.

Enterró los dedos en su pelo, suspirando. Ahora, como antes, Harry hacía que se olvidase de todo y era tan fácil dejarse llevar por la conveniente amnesia que sus besos provocaban... tan insensato, tan inevitable.

—Louis, no podemos... —empezó a decir él, apartándose.

Aunque sabía que tenía razón, temblaba por dentro ante la idea de dejarlo ir.

¿Cuándo iba a poder resistirse? ¿Cómo iba a ver los partidos esa temporada, verlo a él, y cumplir su promesa de no darle disgustos a su padre?

Su padre.

Louis recordó las mentiras que le había contado siempre cuando le preguntaba por qué él no se parecía a su padre, a su madre, a su hermano. Y ya no podía buscar refugio en su madre porque Lynette había muerto en un accidente cinco años antes. Aunque no habría podido buscar refugio en ella, aunque estuviese viva.

Sería muy fácil decir: «A la mierda los chismes y las reglas», pero no podía hacerlo estando su padre tan enfermo.

—¿Louis, me has oído? —la voz lenta y gruesa de Harry lo acariciaba como una promesa sensual.

Y entonces, de repente, se le ocurrió un plan perfecto para mantener la paz en público mientras por fin saciaba su insaciable sed de Harry Styles.

Louis se acercó un poco más, apretándose contra el torso del alfa.

—Te he oído y tienes razón. No podemos seguir así. Aquí no, al menos. ¿Pero y si lo hacemos sin que nadie se entere? Podría ser nuestro secreto —murmuró. Su secreto prohibido—. Nadie lo sabrá más que nosotros, no disgustaremos a nadie.

—¿Estás proponiendo que tengamos una aventura secreta durante todo el verano?

Louis notó la erección ajena rozando su estómago.

—No exactamente —respondió, pasando un dedo por su torso—. Estoy sugiriendo que intentes convencerme para que me acueste contigo. Si no lo consigues antes de que acabe el campeonato de golf, todo habrá terminado. Y si lo consigues... —Louis trazó sus labios con la lengua, lentamente—tendremos una noche fabulosa para saciar esta sed de una vez por todas.

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Hola! Como estan? Um no se si no les gusta larry y solo leen ziall pero la fic tiene bien poquitos vistos jajajaja obvio lo agradezco mucho, muchas gracias por leer y comentar 💕🥰

Accidental Pregnancy | LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora