Capitulo:2

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Capítulo:2
La avaricia, rompió el saco.

Estaba agotada, y tenía algo de sueño, su respiración ya estaba calmada, el sonido del latido del corazón de Sesshomaru la tenía al borde del sueño, era relajante estar entre sus brazos, apenas habían pasado unos minutos después de haber tenido sexo, su mente estaba en blanco, y la verdad, no quería pensar en nada, no quería a su conciencia molestándola. En cuanto todo termine, vete, recordó las palabras de Santo cuando le entrego el dinero, ella le aconsejo que al estar con un youkai debía irse lo antes posible, miró la hora en el reloj sobre la mesita de noche junto a la cama, 12:37 era media noche, si quería irse a casa de su amiga Rin para pasar el resto de la noche ahí, tendría que tomar un taxi lo más pronto posible, se apoyo en la cama, se levantó un poco despegando su pecho del peliplata, su cuerpo protestó, cansado y algo adolorido, miró el rostro del youkai, él la miró con duda, y ella solo sonrió.

-. Debo irme- anuncio, inmediatamente, los brazos de Sesshomaru le tomaron la cintura, impidiendo que se fuera-, suelteme por favor- mantuvo un tono calmado y tranquilo.

-¿Cuánto porque te quedes el resto de la noche?- la pregunta le sorprendió, y sus mejillas enrojecieron, debía ser una locura-¿Cuánto se te pago por venir?- preguntó al ver que ella no respondió su pregunta-, no importa, te daré el doble para que te quedes el resto de la noche- sus ojos se abrieron de la sorpresa, no podía aceptar, sería condenar aún más su alma, abrió la boca para declinar su propuesta, pero él la beso, callandola, su boca se movió sobre la suya con dulzura, era un beso muy tierno y amable, giró sus cuerpos dejándola atrapada en la jaula de sus brazos, paso con timidez las manos sobre su esculpido pecho, cuando decidió vender su virginidad tuvo miedo de que la compará un hombre con fetiches sadomasoquistas, o que solo pensará en satisfacerse a si mismo, y cuando escucho que sería el regalo de cumpleaños del empresario más frío del mundo laboral, sintió miedo, pero durante sus momentos juntos, había descubierto que era un hombre cálido, amable y muy generoso al momento de otorgar placer.

-. Vamos a la tina- la tomó entre sus brazos con cuidado, ella agradeció el gesto de todo corazón, pues estaba segura que sí intentaba caminar terminaría cayéndose al suelo, sus piernas en ese momento eran gelatina, la llevo al baño, era bastante elegante, con azulejos gris oscuro, una ducha y una bañera grande, con suavidad la dejó en la espaciosa bañera, después dejó fluir agua tibia, sus músculos agradecieron el agua a esa temperatura, Sesshomaru se colocó detrás de ella, y la abrazó, Aome sintió mucho sueño, el cual manifestó bostezando, apoyo la cabeza en el pecho de Sesshomaru, mientras la bañera se llenaba de agua tibia.

Sesshomaru miró con detalle a la chica, tenía los ojos cerrados y su rostro era de calma total, le apartó el flequillo para verla mejor, definitivamente era un mujer hermosa, y olía muy bien, sabía que su olor dulce no era un perfume, sí no, que ese olor lo desprendía ella, acercó su nariz a su cuello, donde la había mordido, el olor de su sangre despertó su lujuria, sé obligó a calmarse, ella estaba cansanda, tal vez más tarde, aún así, debía hacer algo con la herida, le pasó la legua por la herida y lamió con sensualidad, ella respondió con un sonoro gemido.

Rozaba la inconsciencia, cuando sintió esa maravillosa lengua acariciar su cuello, le fue inevitable abrir los ojos y gemir, Sesshomaru siguió lamiendo su cuello, y ella sintió como su cuerpo despertaba en excitación otra vez, se alejó un poco y giró el cuello para ver al peliplata a la cara, las pupilas ámbar estaban dilatadas y brillantes de excitación, decidió tomar la iniciativa y lo besó en los labios, le correspondió de inmediato, giró el resto de su cuerpo quedando cara a cara, la tomó de la cintura pegando sus cuerpos, el contacto de su piel desnuda y mojada erizo los bellos de su cuerpo, le hecho los brazos al cuello, y le coloco una mano en la nuca profundizando el beso.

Con suavidad la hizo separar la piernas y apoyarlas a cada lado de las suyas, sintió su fuerte erección entre sus pliegues, lo miró a los ojos, ¿Podría condenarse aún más? ¿Si lo hacían de nuevo él se obsecionaría con ella y la obligaría a quedarse a su lado? Tubo miedo, y casi lo detuvo, pero el problema fue, que ella quería volver a hacerlo con él, aunque corriera un gran riesgo, quería hacerlo, tal vez, está sería, la primera y última vez que su camino se cruzaría con Sesshomaru Taisho, lo mejor era lanzarse. Con suavidad se dejó caer sobre su erección, su cuerpo protesto, aunque estaba húmeda, seguía siendo su segunda vez, y su cuerpo, aún era estrecho, él fue paciente y la dejo bajar a su ritmo, pudo sentir como sus músculos se moldeaban y lo abrazaba en su interior, gimió con fuerza cuando por fin estuvieron unidos por completo.

-. Eres muy hermosa- le acarició la mejilla con suavidad, se sonrojo no esperaba que él le diera un halago como ése, asintió y lo besó con ternura, debía admitir que los labios del peliplata le gustaban mucho, tal vez demasiado, ¿Pero como resistirse a unos labios tan suaves y cálidos?. Volvió a tomarla de la nuca, pegando sus cuerpos, Aome subió con lentitud sus caderas, disfrutando la sensación que iniciaba en su vientre y se extendía por todo su cuerpo, se dejó caer de golpe provocando que Sesshomaru soltará un sensual gruñido, sonrió con malicia, y volvió a sacarlo con lentitud de su interior, para dejarse caer con fuerza-, estás jugando con fuego pequeña- le advirtió, ella solo sonrió con malicia, retandolo, en un movimiento rápido tomó sus músculos, y se levantó de la bañera, la azabache soltó un chillido de sorpresa, ahora quién sonreía era Sesshomaru, quien acomodó sus piernas para que se engancharan en su cintura, el frío de la cerámica chocó en su espalda, con empujes profundos y rápidos Sesshomaru se introducción en su interior, gimió de placer, eso se sentía tan jodidamente bien, que con cada penetración se sentía más cerca del orgasmo, los suaves labios del peliplata le besaron el cuello, justo donde la había mordido, esos besos fueron descargas de placer que iban directo a su intimidad, sus caderas comenzaron a seguir el ritmo de Sesshomaru, estaba tan cerca que casi podía tocarlo, los dientes del youkai se le clavaron en el cuello, el orgasmo fue arrollador, sintió que el, el universo explotaban en su vientre, cada músculo de su cuerpo de estremeció ante la fuerza del orgasmo, cerró los ojos y descanso sobre el hombro de su ardiente amante.
Sintió como entre sus muslos escurrió al tibio, se sonrojo hasta las orejas al saber que era, no se atrevió a levantar la mirada, sentía demasiada vergüenza como para hacerlo.

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Sentía el cuerpo como sí fuera una gelatina, durante las últimas horas con Sesshomaru su cuerpo estuvo en posiciones que jamás imagino, y aunque había sido lo más increíble de su vida, su cuerpo exigía un descanso con urgencia, miró la hora, pasaban de las siete, lo mejor era que se fuera, además debía comprar algo para las mordidas en su cuello, observó como el peliplata dormía totalmente plácido al otro lado de la cama, él era lo más fascinante que había conocido, pero era conciente de que su tiempo juntos se había terminado, y que lo mejor era irse cuánto antes, ya no había tiempo que perder, sin hacer mucho movimiento, bajo de la cama, miró que él seguía durmiendo como si nadie, sonrió, y fue hacia el baño, en silencio se dió una ducha y se puso ropa a toda velocidad, se observó la mordida en el cuello, apenas se notaba, de no ser porque tenía roja esa zona, diría que no tenía nada, pero debía ir a una farmacia y comprar algo para reponer toda la sangre que había perdido, salió en completo silencio del baño, el peliplata seguía durmiendo, casi corrió a la puerta, lo miró una última vez, esto sería lo más cerca que sus mundos estarían, apretó los labios y salió dejando esa noche y a Sesshomaru en sus recuerdos.








Espero les gustara.
Atte: Lovestruck.

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