Carta para alguien que nunca la recibirá

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Te echo de menos, demasiado, más de lo que te imaginas, pero sé que estás ahí, no tengo dudas de eso.
También sé que te sientes orgullosa de mi.
¿Por qué te marchaste tan pronto? Tendríamos que haber hecho más cosas, por ejemplo, montar en el tren que tanto querías, aunque ya me conocía todo su recorrido, querías que montará.
Te fuiste y no me pude despedir, paso de un día para otro, pero sé que me quieres igual de lo que yo te quiero, pero no me lo decías mucho.
¿Por qué te fuiste antes de enseñarme a ser igual de fuerte que tú?
Aunque... Para serte sincero... Te merecías ese descanso, has luchado demasiado en la vida, te merecías esas vacaciones o como lo quieras llamar.
Gracias, gracias, por darme todo lo que tenías, por comprarme las muñecas de último modelo que quería, por preocuparte, preocuparte de que no me sentara en el suelo frío, gracias por todo.
A pasado bastante desde que te fuiste, pero siempre andas en mi mente, sobretodo por la noches y aun que me cause dolor estoy feliz, feliz de haberte conocido.
Ya estás junto tu amor, porque aunque no lo dijeras y casi nunca me contabas de él, sé que le echabas de menos.
Repito que no entiendo por qué te fuiste antes de tiempo, te fuiste sin que me despidiera y eso es lo que más me duele, nunca supe las palabras para decirte todo esto y ahora que no estás es cuando encuentro las palabras para decirte todo, es algo irónico pero verdadero.
Y aún que nunca sepas de estos sentimientos y de esta carta, espero que cuando estabas a mi lado lo supieras.
Tal vez en el mar me podría sentir más cerca de ti, pero no, me siento igual de lejos que ahora.
Me pregunto cómo estarás, que harás, como eres en estos momentos. Me pregunto eso y más, pero una parte de mi sabe que estás bien, que estas a salvo donde estes y me alegra.
Ten por seguro que nunca, escúchame desde donde esté, NUNCA te voy a olvidar, dejastes una enorme huella aun que más que huella es una marca que nunca desaparecerá.
Te amo, te echo de menos, pero estoy orgulloso por haber luchado tanto y ser tan magnífica persona.

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