Tumblr h.s

Prologo

Amber's POV:

Me encontraba tendida en mi cama, con mi vista y mente fijada en mi ordenador, en Tumblr, como todos los días de mi vida, después de terminar el colegio.

Desde que entré a la preparatoria, esto de estar en Tumblr se me ha hecho un hábito. Y ahora, con 16 años y comenzando el tercer año, sigue siendo costumbre.
Tumblr es algo así como un diario para mí. Prácticamente escribo todo lo que me pasa, o por lo menos lo importante, y me siento bien al expresarlo.
Aunque las personas que me siguen no las conozco
-ya que procuro que nadie que conozca me siga-
me siento con más confianza hablando de mis cosas con ellas o ellos.

Pensarán que soy una anti-social como la mayoría de las de mi edad pero la verdad es que no. Me considero muy sociable, tengo amigos, normal. Pero mi confianza va más allá de la amistad, no sé si me entienden.

Tengo un mejor amigo, se llama Jay. Jay Daniels. Y ahora mismo está tirado boca arriba en mi cama a mi lado, tirando una especie de pelota para golpear el techo de mi habitación.

A él, además de mi Tumblr, es al único que le digo todo. Porque él es más que un amigo.
-No en el modo romántico-
Él es como un hermano.
Sabe todo, aunque no se lo diga, el terminará descubriéndolo. Así qué si no quería terminar mal, debía decirle todo lo que me pasaba.

"¡Jay, deja eso! ¡Ese ruido es jodidamente molesto!"

Idiota

"Como usted ordene, señora antipática"
Habló con mucho sarcasmo incluido.

"Estúpido." murmuré llena de fastidio.

Miré el reloj del ordenador, 6:37 pm.

Hoy Jay se quedaría, ya que era viernes y mañana saldríamos a algún lado.
Me puse a ver mis notificaciones.
Seguí mirándolas por encima hasta que di con algo que me llamó la atención...

Había sido un nuevo seguidor de hace dos días.

Pero su foto me llamó la atención.
Era un chico con piel no muy pálida, cabello castaño y se veía ondulado en la foto. Una especie de bandana o pañuelo aguantaba su cabello hacia atrás. Sus ojos, no pude descifrar su color pero al parecer eran claros. Y su sonrisa, oh por Dios, la sonrisa más perfecta del mundo.

Estaba sentado en una moto...

Y se veía jodidamente sexy.

Era un hombre muy guapo a decir verdad.
Busqué en la descripción de su blog.
Decía que se llamaba Harry Styles, tenía 19 años y vivía en Holmes Chapel, Reino Unido, donde yo vivía.
Esto debía ser un sueño. Toda mi vida he vivido aquí y nunca había visto a semejante dios griego cerca. Paseo todo este lugar y nunca lo había visto. Es realmente extraño.

Al parecer, Jay notó lo concentrada que estaba y giró mi ordenador para poder ver la pantalla. Al verla, una gran sonrisa burlona se formó en la cara de este.
"¿Con que te gusta Styles ah?"

¿Qué?...

"Lo... ¿Lo conoces?"
Dije. Realmente me sentía nerviosa y no sé porqué. Era sólo un chico.

Jay soltó una enorme carcajada.
"¡Deberías ver tu cara!"
Soltó otra carcajada. Y yo mirándolo con odio, puro odio.
"¡Estás como un tomate Amber!, y sí, trabaja en el taller conmigo."

Perfecto.
Así que el dios griego trabaja con Jay. Punto para mí.

¿Qué? Pero qué estoy pensando. Amber, estas mal, tú no eres así, ¡ni si quiera lo conoces!

"Oh..."
Dije tratando de sonar desinteresada.
Pero no lo estaba. Algo de mi quería saber más de él.

Más de... Harry. Harry Styles.