Desde que somos pequeños soñamos con crecer. Algunos con un motivo y otros, simplemente, porque la sociedad les incita a ello. ¿Pero acaso cuando somos ya adultos, no deseamos volver a ser inocentes? Mi inocencia se la llevaron hace ya mucho tiempo. La añoro. Me añoro. Ahora lo único que queda de mi son todos estos recuerdos que me matan lentamente y los cuales intento plasmar en una hoja de papel para arrancarlos de este pobre desgastado corazón. ¿Quereis saber mi historia? Adelante, os la contaré.