Prólogo

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Preparatoria Noryad Zerep, México.

11:25 a.m.

Brisaira Belmont es una respetada profesora de la institución pues con sus apenas 26 años contaba con una licenciatura en sociología y antropología social, este semestre era la encargada de impartir la materia de historia de México al grupo de tercero uno.

Con la elegancia que tanto la caracterizaba entro al aula de clases dirigiéndose a su escritorio, una vez ahí atravesó su saco azul en el respaldo de la silla para después sacar un plumón negro y proceder a escribir su nombre en el pizarrón el cual siempre lo escribía con letra cursiva pues según ella lo hacía ver más hermoso. A cada paso de costado que daba se podría aprecias el ruido provocado por sus muy llamativas zapatillas de plataforma las cuales iban a juego con su saco, una vez que termino de colocar su nombre procedió a tapar su plumón y se acercó al escritorio.

-Buenos días, como pueden ver soy la profesora Brisaira y estaremos juntos este semestre en el cual les impartiré la materia de historia de México-. Recargo una de sus manos sobre el escritorio mientras que con la otra echo su larga y negra cabellera risada para atrás, su mano parecía perderse entre su cabello pues su piel era de un tono moreno bastante oscuro casi tanto como la noche.

-Disculpe profesora, ¿nos va a dar las indicaciones y lineamientos correspondientes a nuestro curso? –. Fue la interrogante venia de una chica que se encontraba sentada en la parte trasera del aula la cual tenía su mano izquierda lo más alto que podía.

-Mmm creo que sería lo idóneo, pero es nuestro primer día de clases juntos sin mencionar que hoy son tres horas- replico la profesora Brisaira. La alumna desconcertada volvió a plantear su pregunta: - ¿entonces qué se supone que haremos durante este tiempo?

Los alumnos se pudieron percatar de la cara entusiasmada de la profesora Brisaira quien se alegró de que le hicieran esa pregunta, todos la observaban mientras caminaba hacia la puerta y se recargaba el ella. - ¿Qué opinión tienen de las princesas que nos han vendido las grandes industrias cinematográficas? -. Llena de curiosidad cruzo sus brazos y se dispuso a esperar la respuesta de sus alumnos.

En el aula se podrían apreciar distintas muecas desde desconcierto hasta curiosidad hasta que se pudo escuchar como se levantaba una chica de su asiento. -Mi nombre es Alison y pienso que esa clase de películas son un tanto estereotipadas al menos la mayoría de ellas y siendo honestos son muy pocas las princesas que se hacen valer por si mismas-. Concluyo su participación y tomo asiento.

-Yo por el contrario creo que las últimas princesas que han aparecido tienen una visión más moderna e innovadora pues han roto todos los estereotipos del siglo pasado y tratan de empoderar a la mujer sin mencionar que son un ejemplo a seguir, por cierto, me llamo Heriberto-. Sacudiendo un poco su cabello y esbozando una tenue sonrisa fue el argumento del joven de piel morena.

-Ash es en serio-. Una joven de pelo alborotado quien tenía el ceño fruncido llamo la atención de todos con su comentario. -Es increíble que pienses que han cambiado los estereotipos cuando no es así, es cierto que han empoderado a la mujer y todo eso, pero los protagonistas en su mayoría siempre son de origen caucásico como si ellos fueran la raza perfecta a excepción de cinco o cuatro princesas que son de diferente raza-. Cruzo los brazos y soplo un mechón pelirrojo que le tapaba una parte de su rostro, -Lo olvidaba mi nombre es Paola-.

La profesora Brisaira quedo sorprendida con el comentario de Paola. -Es cierto todo lo que dijeron, pero la opinión de Paola acertó al punto al que quería llegar pues de eso hablaremos en esta clase-. Los alumnos quedaron aún más desconcertados que en un principio y estaban intrigados por lo que pasaría.

- ¡Perfecto! Con lo que me encanta criticar, esta actividad me cae como anillo al dedo- dijo con tono sarcástico un chico sentado frente al escritorio. -Disculpa, ¿por qué dices eso y cuál es tu nombre? – pregunto la profesora Brisaira.

-Pues creo que vamos a criticar las nacionalidades de las princesas al igual que todos los estereotipos clasistas que nos muestran y mi nombre es Darío-. Ahora lo dijo dejando atrás su tono sarcástico y diciéndolo un poco más serio.

-Pues déjame decirte que no es así, esta clase les hablaré de algo más interesante que eso-. Ahora mientras caminaba de regreso al escritorio comentaba: – A lo largo de muestro planeta se encuentran un sinfín de princesas originarias de distintas razas y no sólo caucásicas como en los cuentos de hadas-. Una vez en el escritorio se sentó en éste, colocando sus manos en su regazo. -Y hoy les contare un poco de la princesa Iztli-.

-Disculpe profesora mi nombre es Victoria y todo esto de las princesas es muy interesante, pero eso que tiene que ver con la clase- cuestionó una chica de apariencia pálida y algo fastidiada con el tema de princesa pues era una gran fan de la historia y estaba impaciente por comenzar el curso. La profesora Brisaira algo sorprendida por su actitud sólo movió sus manos en señal de que esperara un poco más y continúo explicando.

-Como ustedes saben a través de los días, años y siglos se cuentan múltiples leyendas en las cuales relatan las grandes hazañas realizadas por nuestros antiguos guerreros. Sin embargo, hay otras tantas que simplemente quedan en el olvido y son omitidas por una u otra razón pues los protagonistas de éstas van en contra de las normas sociales dictadas en aquel entonces, tal es el caso de la princesa Iztli quien fue bendecida con el poder de una diosa, pero condenada por su pueblo. Ella era la salvadora enviada por la diosa de los sacrificios pues mediante un augurio un viejo sacerdote profetizo que al llegar a la tierra prometida y al regreso de Quetzalcóatl su gran imperio caería sometido para así desaparecer; con el paso de los años la pequeña Iztli creció para convertirse en la primera gran tlatoani de Mesoamérica, pero no sería un camino fácil pues a lo largo de su vida sufrió y paso por complicadas adversidades las cuales serían recompensas en un futuro y harían que se sintiera honrada de ser la salvadora de su pueblo-. Una vez termino se pudo observar los rostros sorprendidos e intrigados de sus alumnos.

-Disculpe por mi comentario de hace un momento, pero podría seguir relatándonos un poco más acerca de esa antigua princesa es que me gustan las leyendas prehistóricas y jamás he oído algo parecido-. Dijo Victoria ya un poco más entusiasmada y emocionada a lo que la profesora Brisaira hizo un ademan de aceptación y comenzó a relatar la historia.

Espero les haya gustado este pequeño comienzo de mi historia, lo mejor está por comenzar así que los invito a todos ustedes para que me acompañen todos los jueves pues estaré subiendo capítulo ese día

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Espero les haya gustado este pequeño comienzo de mi historia, lo mejor está por comenzar así que los invito a todos ustedes para que me acompañen todos los jueves pues estaré subiendo capítulo ese día.

Sin más por el momento me despido agradeciendo su apoyo y tiempo.

Iztli: La princesa mesoamericanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora