XI

830 86 9
                                    

Una vez visualizamos el campamento de la bruja, un fauno le lanzó una flecha al lobo para que no pudiera avisar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una vez visualizamos el campamento de la bruja, un fauno le lanzó una flecha al lobo para que no pudiera avisar. Bajé del caballo y me coloqué al lado del centauro, la oscuridad de la noche junto con el espeso bosque nos ayudaba a mantenernos escondidos.

-Ahí están- dijo Orius señalando a Ed y a Norte, estaban lo suficientemente cerca del campamento para poder ser iluminados por el fuego de su hoguera, pero lo suficientemente lejos para poder escabullirme a desatarlos sin que se dieran cuenta, amarrados a un árbol cada uno. Habría jurado que Edmund se vería asustado, pero no era así, tenía una mirada intensa, analizando con nerviosismo sus alrededores, mientras que Norte parecía dormir.

-Ve, te cubrimos- me animó Orius, así que lentamente me fui acercando a gachas hacia donde estaba Norte, se veía delgado y golpeado; pude ver marcas de rasguños y mordidas en sus brazos y piernas

-Oh mi pobre Norte ¿Qué te han hecho? - susurré haciendo que despertara; al verme pareció recuperar un poco de vida.

-Oeste- susurró cuando le quite el trapo que tenía en su boca, su ojo derecho tenía un moretón y tenía una cortada en su labio inferior, me dolía verlo asi.

-Shhhh, vamos, ve con Orius - le dije mientras lo desamarraba, lo ayude a levantarse y lo encamine hacia donde estaba el centauro, una vez segura de que podía mantenerse en pie por sí solo, fui por Edmund el cual se alteró al ver que me acercaba y parecía buscar a Norte con la mirada, habían estado de espaldas y separados por un pino de distancia -Tranquilo, soy yo, Oeste- le susurré y una vez que vio mi cara se tranquilizó, él estaba en mejor estado que Norte, estaba flaco pero no tenía marcas de más que un par de moretones y una cortada en su labio inferior.

Terminé de desatarlo cuando se escuchó un alboroto que venía del campamento

- ¡Mierda! Debemos irnos ¿Puedes caminar bien? - le pregunté y él asintió, íbamos a empezar a correr, cuando llegó Orius con Norte montando en él y mi caballo sujetado por las riendas

- ¡Los prisioneros escapan! - gritó un minotauro mientras se escuchaban las pisadas de los demás seres de la bruja. Ayudé al chico a subir al caballo para acto seguido subir yo y todos salimos rápido de ahí.

Cabalgamos rumbo al campamento a galope, no podíamos dejar que nos alcanzaran; podía notar que Edmund estaba muy nervioso debido a que sentía sus manos temblando alrededor de mi cintura

- ¿Te sientes bien? - pregunté volteando a verlo rápidamente y pude notar que estaba muy pálido

- ¿Qué me harán? - tartamudeó, podía entenderlo, los únicos narnianos con los que había convivido lo habían maltratado

- ¿Qué me van a hacer cuando lleguemos? - preguntó nervioso y un poco alterado, uno de sus dedos se resbaló por la tela de mi blusa, dejándome sentir su piel helada. Me detuve un momento, me quité mi capa y se la coloqué al chico

𝗟𝗔𝗧𝗜𝗗𝗢/ El león, la bruja, la profecÍa y los guardianes (LCDN#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora