Espinas

2 0 0
                                    


Aceptar los defectos de los demás es bastante sencillo.
Pero ¿qué hay de tus defectos?
Ahí entramos en conflicto.
Y me tomó tiempo aceptarme.
Me tomo treinta solsticios.
Todavía cuesta.
Los problemas no se hacen más fáciles.
El dolor sigue presente.
El frío que te atormentaba aún no se ha ido.
Por que en realidad nada ha cambiado.
Solo tu perspectiva sobre ti mismo.
Enfermizo.
Así se siente.
Cómo si fuera a devorarte.
Pero no lo hace.
El dolor te abraza, te sostiene.
Y te hacía tanta falta que lo aceptas.
Enfermizo.
Eso es.
Los problemas no desaparecen.
Tu punto de vista ha cambiado.
Para bien.
Pero el dolor no te abandona.
Pero te amas, te amas al fin.
Y no hay dolor que pueda impedirlo.
O aprendes a querer la espina o no aceptes rosas.

FeelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora