Te perdonaba.
Me decía que todo estaba bien.
Y me conformaba.
Era cómo si te gritara que me rompieras.
Me sentía tan liviana cómo una pluma.
Tan frágil.
Que lo permitía.
Porque no tenía fuerzas.
Porque muy en el fondo me había acostumbrado a estar rota.
Que lo permitía.
Dejaba que me hicieras añicos.
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Feelings
PoetryCosas que se me ocurren en la madrugada, escritas en mi computadora. → Se recomienda leer mientras bebes una taza de café, o una taza de té si no te gusta. → Todos Los Derechos Reservados. Evitemos plagios. →Disclaimer: se tocan temas sensibles, se...