-Elizabeth- Se acerca a ella sin dejar de sonreír al verla despierta, no le importa si ella le muestra una mirada débil- estoy tan contento que despertaras.
-Mi b-bebé-Tiene la máscara de oxígeno por eso no se entiende muy bien.
-No te preocupes él está bien, fue un niño- Dice, toma su mano una vez más- es hermoso, Elizabeth.
Tenía razón aquellos ojos color avellana se aparecían a los de Elizabeth.
-Es idéntico a ti, por favor ya no hables más.
-Qui-quiero verlo- Su voz suena muy débil, Jacob negó.
-no sé si, permitan que lo veas Eli
La puerta de la habitación se abre, pero no volteo a ver al médico y a la enfermera acercándose a ellos.
-Señor Morgan- Aquel medico se encuentra detrás de él, continua- debe salir.
Respira hondo y asiente, puede observar la mirada de súplica de Elizabeth no desea que la deje sola.
-Señor...
-No te preocupes, no voy a ir- Le ofrece una sonrisa, Elizabeth lo mira, mueve sus labios- No, por favor no hables...
-A...An
-Señora Morgan no haga esfuerzos- El médico se acerca a la camilla, para revisarla.
Pero la chica sigue moviendo sus labios sin importar lo que el médico le había dicho.
-¿Qué pasa, Elizabeth?
-An-ang...-Intenta todo lo posible para poder hablar, pero su voz es tan débil que las palabras no salen.
Así Jacob intenta a divina lo que ella desea decirle.
-Creo es un nombre- Observa los labios de la chica, intenta descifrar lo que ella desea decirle-Este..., Adán, Adrian, Armando....
-An-Ángel, Ángel
*¿Ángel?,* ¿era el nombre del padre del bebé? o tal vez...
-El bebé se llamara Ángel- Dice de repente, la chica con leve movimiento muestra una pequeña sonrisa.
-Señor Morgan, debe salir, por favor- Aquel medico le vuelve a insistir, asiente.
Le da un rabio beso en la palma de su mano, sale de habitación con la esperanza que ella llegue a recuperarse.
3 días después.
Hace casi una semana paso el accidente, él bebé va recuperándose muy rápido pero Elizabeth seguía en terapia intensiva el médico le daba muy pocas esperanzas de vida, pero Jacob que no apartaba de ella aún tenía la esperanza de su recuperación.
Todos los días a venia a visitar después de la universidad, sin darse cuenta comenzó a encariñarse tanto con la madre y él bebé acostumbrándose a la idea que él era el papá.
Ahora se encuentra leyéndole *Don quijote de la mancha* una pequeña parte de aquella pagina de aquel libro, ella se encuentra con los ojos cerrados escuchándolo.
Y así, fatigado desde pensamiento, abrevió su venteril y limitada cena; la cual acabada, llamó al ventero y, encerrándose con él en la caballeriza, se hincó de rodillas ante él, diciéndole:
-No me levantaré jamás de donde estoy, valeroso caballero, fasta que la vuestra cortesía me otorgue un don que pedirle quiero, el cual redundará en alabanza vuestra y en pro del género humano.
Termina de leer, cierra el libro con cuidado dejándolo sobre aquel buro, le sonrío.
-Es un gran libro, me gusta mucho- Elizabeth abre los ojos, intenta hablar pero Jacob negó- está bien, además en pocos minutos tengo que irme, pero mañana vendré a verte como siempre lo hago.
Toma la mano de aquella chica, sus labios comienza a moverse.
-Qui-quiero verlo, por-favor- Ahora su voz suena más a pagada y débil, intenta no llorar al verla de aquella manera.
Jacob negó.
-Se que deseas ver a tu bebé, Ángel- Dice- pero no sé, si dejes que lo veas.
-Po-por fa-favor
-Haré todo lo posible para convencerlo, para que lo veas.
Solo uno segundos y aquella enfermera pelirroja entra a la habitación,
-La hora de visita ha terminado, Señor Morgan
-Enfermera- Se levanta de la silla al acercarse a ella- por favor, dejen que Elizabeth vea a su hijo.
La enfermera negó de inmediato.
-Sabe que no podemos hacer eso, es muy...
-Sé que es peligroso, pero vea la por favor
Aquella chica de cabello castaño, cada día que pasa se debilita más Jacob sabe que en cualquier momento ella se irá y lo único que Elizabeth desea, tal vez sea su último deseo es ver a su hijo.
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Angel
Teen FictionAquel chico de cabello negro observa aquel bebé que se encuentra entre sus brazos, con los ojos lloros le da un beso cálido en la frente observa detrás de la ventana aquella habitación, como los doctores cubren con una manta aquella chica. Ella se h...