parte 11

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Hola! Si notan algo diferente en la forma en que lo redacté fue porque ya no me sentía conforme en cómo  lo estaba haciendo ... Igual puedo ser muy cambiante, pero simplemente ya no tenía esa inspiración que tuve al comienzo y ahora parece volver poco a poco ñ.ñ gracias a l@s que me comentan. Me dan ánimos de seguir. Bonita noche, días o tardes.



Julia, aunque no lo parezca cambió demasiado al estar junto a Elena en aquel hospital
Agradeció de cierta manera el estar internada bastante tiempo.
En su infancia era una chica muy tímida y es que como no serlo; ver morir a familiar tras familiar no era algo muy normal para un niño aunque se le fuera explicado.
Sufrió, lloró y paso una gran parte de su etapa de infante bastante lúgubre y más aún viendo a su padre irse para siempre.

Elena fue su ángel guardián; desde el momento en que la vio aún de espaldas supo que estaría en buenas manos, y vaya que no se equivocó.

                          .              .             .

Temblaba, le sudaban las manos y no paraba de mover los pies. No sabía porque tenía tantos nervios si ya la había visto e interactuado con ella, Está vez era diferente. Esto era un gran paso que darían las dos y lo sabían muy bien.

Un sonido de claxon la saca de sus pensamientos. La morena voltea de repente como si la hubieran asustado. Sube su madre y le informa que Lena ha llegado.

- no estes con esa cara, la vas a espantar-. Trata de relajar a su pequeña.
- deséame suerte-. Dijo saliendo tratando de parecer lo menos nerviosa posible.

Elena sale del auto. Una peliroja despampanante, sexy y con autosuficiencia. Parecía tener todo bajo control. Saluda a Larissa con un efusivo abrazo, entregando un hermoso arreglo con chocolates.

-estoy muy feliz de volver a verte, Larissa. Tenemos una plática pendiente, recuerda; por el momento tengo unos asuntos que tratar con tu hija- lo dice como si tuviera una prisa por irse. Desesperada y ansiosa.
Le da una última mirada a la mujer, está más que feliz. Ya sabe de que va esto. "Julia ni se lo espera", piensa Larissa.
Julia va con su cara de idiota. Mirando a la peliroja, la cual le abre muy caballerosamente la puerta del copiloto.

Ya dentro del auto se hace un silencio incómodo y con mucha tensión. Elena voletea hacia la morena y le brinda una de sus mejores sonrisas. De esas que no le regalas a nadie más. Le da un pequeño apretón en la pierna y no deja de mirarla ni una ni la otra. Es como si con solo mirarse se dijeran todo.

La pelirroja enciende el motor y se dirige a una dirección. Julia no sabe que pasa, pero le encanta esta Lena, tambien la del hospital por ella se enamoro. Pero está en particular la volvía loca, ya no se veían como paciente- doctora. Esto eran las semanas y meses de no poder decirse lo que sentía la una por la otra y ahora es cuando para decirlo todo.

- escucha Elena yo . . . -. Es callada por la flameante pelirroja.

-  por favor no digas nada, por favor. . .-. Se acerca lenta y lacivamente hacia los labios de la morena, la cual está dispuesta a aceptarlo. Todo lo que provenga de aquella chica pecosa, que tanto tiempo la había pensado, amado en silencio ahora estaban entregándose tímidamente.
La pelirroja desabrocha el cinturón de seguridad y sin dejar de besar a la morena se acomoda encima de esta.
- te extrañé Julia-. haciendo movimientos de arriba hacía abajo, muy lentamente y cerca del sexo de la pelinegra.
Julia no tiene tiempo para pensar en lo que está pasando, hace lo que piensa que puede gustarle a la pelirroja insaciable. La toma de los glúteos bien formados y la acerca hacia si. Ejerciendo presión al momento de subir. Quiere hacerla suya, hacer que valga la pena la espera y que aquella mujer decida estar a su lado. Era lo que más quería en aquel momento. Ya que Julia estaba en las manos de la pelirroja.
Elena toma una mano de Julia y la acomoda sobre uno de sus senos. Los masajea y aprieta.
Julia la mira dirigiendo su lengua a uno de ellos para darle placer. Elena gime al sentir aquella sensación tan placentera, la toma del mentón para besarle desesperada y agitada. La muerde y juguetea con sus labios.
Elena se separa tan de repente y se arregla solo un poquito.
- descuida, esto no se queda así, es solo que no me siento cómoda haciéndolo en el auto-. Le da un pico mordiendo el labio inferior de la morena; la cual está agitadisima, no estaba en sus planes hacer el amor en el auto pero oye, no estaba  para nada mal si lo piensas. En fin. Se tuvo que aguantar hasta llegar a la casa de la pecosa. Estaba emocionada y con miedo. Nunca había imaginado estar conociendo la casa de la chica que se robó su pequeño y aplastado corazón.

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